Beda Docampo Feijóo nació en Vigo para luego trasladarse junto con su familia a Buenos Aires. Escritor y director de cine entre sus películas, hablamos con él de la última: “Francisco. El Padre Jorge”. Película basada en las memorias de Elisabetta Piqué, corresponsal en el Vaticano del diario La Nación de Argentina. Nos habla de la persona de Bergoglio y de su paso por Buenos Aires hasta ser nombrado Papa. El próximo 25 de enero la Conferencia Episcopal Española le concederá el Premio ¡BRAVO! de cine 2015 del que se siente muy agradecido.
P. ¿Cuándo, dónde y cómo comienza usted a ver una película en la vida del Papa Francisco?

R. Primero, al leer el libro periodístico de Elisabetta Piqué. Segundo, ante la misma intriga que debe haber tenido la mayoría de las personas del planeta: ¿Quién es ese hombre de 76 años que ha sido elegido Papa? ¿Cómo han sido los momentos cruciales de su vida?

P. Tengo entendido que usted se declara ateo. ¿Por qué quiere mostrar al mundo la personalidad de Bergoglio (Papa Francisco)?

R. Yo nunca me declaré ateo, en tal caso soy hijo de una mujer muy católica y de un hombre agnóstico con todo lo que eso significa. Bergoglio, en la película dice: se puede ser religioso o se puede ser espiritual. Yo me considero una persona espiritual y, por supuesto, respetuoso de los creyentes de cualquier religión.

    “La enorme alegría para todos los que participamos de la película ha sido cuando la vieron amigos de Bergoglio y dijeron que ese personaje que estaba en la pantalla actuaba exactamente como él”

P. Para realizar la película, ¿se ha basado en documentos (homilías, encíclicas, catequesis…etc) del Papa Francisco tanto de ahora como de cuando era Arzobispo de Buenos Aires?

R. No sólo eso. Me he sentado con conocidos de Bergoglio, con amigos, con gente no tan amiga, con jesuitas que lo conocieron, etcétera. He leído todo lo que se ha escrito sobre su vida además del libro ya mencionado. He visto reportajes de cuando Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires, he leído las entrevistas que concedió. Bergoglio, un hombre modesto si los hay, nunca fue muy explícito sobre su vida. Pequeñas frases como que su abuela fue la mujer más importante de su vida, cómo nació su vocación sacerdotal, que su madre se opuso a que fuera cura, etcétera, etcétera han sido los puntos de partida para poder hacer una ficción honesta, sin golpes bajos, verdadera. La enorme alegría para todos los que participamos de la película ha sido cuando la vieron amigos de Bergoglio y dijeron que ese personaje que estaba en la pantalla actuaba exactamente como lo hacía Bergoglio.

P. ¿Es una película solamente para católicos?

R. Yo me he encontrado con un ser humano, Bergoglio, que es un ejemplo para todos, sean de la religión que sean. He descubierto que entre lo que siente, ser un servidor de la fe cristiana, y lo que hace no hay ninguna distancia. Fue Arzobispo de la ciudad de Buenos Aires durante quince años, un puesto de enorme poder, y siempre actúo como uno de los pobres a los que se dedicó a ayudar todas las horas de cada día.

Sin coche oficial, sin guardaespaldas, sin móvil, usando el transporte público y andando, así iba a las zonas más sumergidas. Cuando fuimos a las villas miserias la gente no se acercaba porque se tratara de una película sobre alguien que era el Papa, se acercaban diciendo: lo amamos es uno de nosotros, un pobre más.

    “Nunca usó el poder para sí mismo y nunca le importó llegar a ser Papa; tanto es así que cuando lo eligieron hacía dos años que había pedido la jubilación”

P. Entiendo que además de la vida del entonces Padre Jorge, quiere mostrar al público diferentes valores a través de los personajes de la película. ¿Cómo ve usted el sector del cine con valores? ¿Cree que se puede hacer cine de calidad y con valores?

R. Por supuesto y creo, con absoluta humildad, que todos los que trabajamos en Francisco, el padre Jorge hemos hecho una película con calidad y que transmite los valores esenciales de Bergoglio, valores que si estuvieran más presentes en la gente en general y en la gente que tiene poder en especial, el mundo sería un sitio con menos injusticia y menos sufrimiento.

P. Para usted, ¿cuál es el llamado “efecto Francisco” del que tanto se habla?

R. Yo no soy un especialista en el Papa, en tal caso soy alguien que ha llegado a conocer al religioso que tanto luchó como un auténtico hombre de Cristo. Nunca usó el poder para sí mismo y nunca le importó llegar a ser Papa; tanto es así que cuando lo eligieron hacía dos años que había pedido la jubilación.

    “Tomo este premio, que es de todos y cada uno de los que empujaron la película, con absoluta modestia. Y con agradecimiento para quienes lo otorgaron”

P. El próximo 25 de enero recibirá el Premio ¡BRAVO! de Cine 2015 ¿Qué supone este premio para usted?

R. Yo había oído que Bergoglio era un jesuita al cien por cien. Así, que como dije, traté de empaparme de qué significaba eso. Entre muchas otras cosas me enteré de que existían las reglas de la modestia. Pues bien, tomo este premio, que es de todos y cada uno de los que empujaron la película, con absoluta modestia. Y con agradecimiento para quienes lo otorgaron.

P. Por último, ¿cree que el Papa Francisco habrá visto su película?

R. No creo que una persona tan poco preocupada por el ego, haya tenido como prioridad ver una película que intenta retratar varias etapas de su vida. Pero es probable que un día termine viéndola dado el entusiasmo y la emoción que la gente que lo conoce ha experimentado con la proyección de la película. Sospecho que algún amigo le hará llegar un DVD o un BLUE RAY que muy pronto estarán a disposición del público.
AgenciaSIC
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