“Que nos convirtamos en misericordiosos, y que las comunidades cristianas sepan ser oasis y fuentes de misericordia […]. Para pedirle esto viajaré a venerarla en su santuario el próximo 13 de febrero, así pediré todo esto para toda América, de la cual es especialmente madre!”, dijo el papa Francisco al presidir la misa con motivo de la festividad de la Virgen de Guadalupe este sábado 12 de diciembre en la Basílica de San Pedro.
El papa anunció que irá como peregrino al Santuario de la Virgen de Guadalupe para pedir que la población de América se convierta en “testigos de una caridad que no admite exclusiones”. Un llamada a la esperanza ante las desiguales que afligen el Continente.
El papa anunció que irá como peregrino al Santuario de la Virgen de Guadalupe para pedir que la población de América se convierta en “testigos de una caridad que no admite exclusiones”. Un llamada a la esperanza ante las desiguales que afligen el Continente.
“A Ella le suplico que guíe los pasos de su pueblo americano, pueblo peregrino que busca a la Madre de misericordia, y solamente le pide una cosa….que le muestre a su Hijo Jesús”, dijo el Papa.
En esta ocasión mariana, el Papa confió a la Virgen morena, Madre de Misericordia, la realización del Jubileo en el Continente Americano, iniciado el pasado 8 de diciembre en Roma.
“A Ella le pedimos que éste año jubilar sea una siembra de amor misericordioso en el corazón de las personas, las familias y de las naciones. Qué nos siga repitiendo, no tengan miedo: ¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?”, expresó.
Francisco, que tiene una devoción mariana a toda prueba, deseó ofrecer a la Virgen de Guadalupe el éxito del magno evento de la misericordia, además considerando que es la patrona de toda América Latina y emperatriz del “Continente de la esperanza”.
“Que María, Madre de Misericordia, nos ayude a entender cuánto nos quiere Dios. A María santísima le encomendamos los sufrimientos y las alegrías de los pueblos de todo el continente americano, que la aman como madre y reconocen como «patrona», bajo el título entrañable de Nuestra Señora de Guadalupe”, alzó la voz el Papa.
Un evento y anuncio especial, considerando que la celebración se ha realizado cuatro días después de la solemne inauguración del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
Así exhortó a “que la dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios (Bula Misericordiae vultus, 24)”.
Asimismo, pidió “anunciar la Buena noticia a los pobres, como Juan Bautista, realizando las obras de misericordia, es una buena manera de esperar la venida de Jesús en la Navidad”.
La Virgen a san Juan Diego: Yo estoy aquí ¿por qué tienes miedo?
Igualmente, el Pontífice en su homilía pidió abandonar “el miedo” porque Dios está cerca de sus hijos y puso como ejemplo el encuentro entre la Virgen y san Juan Diego.
“Él (Dios) esta cerca y no sólo su madre. Ella le decía a san Juan Diego (dirigiendo su mirada hacía una replica del cuadro de la Virgen de Guadalupe), ‘¿por qué tienes miedo? ¿Acaso no estoy aquí yo que soy tu madre? Ella está cerca”, añadió.
“El Señor con su ternura nos abre su corazón, nos abre su amor. El Señor le tiene alergia a las rigideces”.
En línea con el Jubileo, el Papa reiteró que Dios es misericordioso. “El Verbo se hizo carne, a Dios tampoco le gustan los nosticismos, quiso compartir todas nuestras fragilidades”.
Compasión y misericordia: Dios “compañía y servicio” de la “humanidad herida”. “Ningún pecado puede cancelar su cercanía misericordiosa”. Asimismo, recordó la “conversión”, que Dios no niega “con tal de que la invoquemos”, insistió.
El Papa recordó la cercanía de Dios, también a través de su madre. La Virgen María que se presentó un día a un humilde indígena mexicano para decirle: ‘¿Por qué tienes miedo? ¿Acaso no estoy aquí yo que soy tu madre? “Ella está cerca”, recordó.
Es decir, el Papa enseña que Dios es misericordioso y llama a la esperanza. “Por más grandes y graves que sean los pecados del mundo, el Espíritu, que renueva la faz de la tierra, posibilita el milagro de una vida más humana, llena de alegría y de esperanza”.
En este nexo con la misericordia, Dios “camina junto a nosotros, nos muestra el sendero del amor, nos levanta en nuestras caídas, y ¡con qué ternura lo hace! nos sostiene ante nuestras fatigas, nos acompaña en todas las circunstancias de nuestra existencia. Nos abre los ojos para mirar las miserias propias y del mundo, pero a la vez nos llena de esperanza”, indicó.
Casi al final de rito durante la oración de los fieles, el Papa recordó a sus padres “Mario y Regina”, que hace 80 años contrajeron matrimonio. “Ellos me enseñaron la fe”, dijo.
Viaje a México
Por segundo año consecutivo, Francisco celebró la misa en el altar de la Cátedra de Pedro en honor de la Patrona de México, además en preparación del próximo viaje apostólico que realizará a ese país centroamericano en 2016, que iniciará el 12 de febrero.
El pontífice pronunciará en tierras aztecas cerca de 13 alocuciones: 5 homilías, un Ángelus y 7 discursos. Entre otras citas oficiales, la visita de cortesía al Presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el encuentro con las autoridades, las familias, y las comunidades indígenas. El papa de las periferias visitará un hospital y una cárcel. Además de encontrar el clero, el mundo del trabajo y los jóvenes.
El itinerario y las fechas
-Ciudad de México, 13 de febrero 2016
-Ecatepec, 13 de febrero 2016
-Tuxtla Gutiérrez, 14, 15 febrero 2016
-Morelia, 16 de febrero 2016
-Ciudad Juárez, 17 de febrero 2016
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