El presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, fue el encargado de clausurar el ciclo de conferencias organizado por Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela con el que se conmemoraron los 50 años de la institución. Durante su intervención recordó que “los voluntarios con su trabajo testifican el Evangelio”.

Oprimidos y excluidos

Después de la tradicional acogida, el encuentro celebrado en el Colegio La Salle, donde se instaló la exposición “50 Años de Servicio”, en el que participaron más de cuatrocientos agentes de Cáritas y una representación de las otras diocesanas de Galicia, comenzó con la oración inicial a cargo de Jesús García Vázquez, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela. En sus palabras insistió en que “Jesús llamó dichosos a los empobrecidos, a los oprimidos  y excluidos, porque Dios y Él  mismo los ama de forma especial, con absoluta preferencia .No porque sean mejores , ni más éticos que otras personas, sino precisamente porque sufren la injusticia estructural sobre sí mismos”. En relación al trabajo de los voluntarios matizó en que se debe buscar la justicia “ofreciéndoles cuidado, ternura, esperanza para sus vidas”. Y para ello señaló que “es vital  mantener una fuerte espiritualidad, una mística profunda de ojos y oídos abiertos a la realidad, con una conciencia planetaria para no desfallecer y continuar siempre adelante, construyendo ese otro mundo posible : la hermandad humana de la que tanto nos habla Jesús”.

Ayudar al necesitado

El ilustre conferenciante fue presentado por el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, quien en sus palabras recordó el trabajo pastoral realizado por el entonces obispo auxiliar de Compostela durante algo más de cuatro años. Profundizó en su labor pastoral y en su actual ejercicio al frente de la Conferencia Episcopal Española.

Monseñor Blázquez habló de la Iglesia como servidora de los pobres, señalando las distintas formas de pobreza según el Evangelio. Al referirse al documento que sobre el tema aprobó la Conferencia Episcopal Española en plenario, habló de una serie de reflexiones basadas en la Doctrina Social de la  Iglesia. “En ellas”, dijo, “se trata de aportar motivos para el compromiso y la esperanza, y colaborar a la inclusión  de los necesitados en la sociedad. Para el cardenal, “Cáritas es el rosto de ayuda de la Iglesia, es el contexto cristiano del amor”

Cuando habló de los voluntarios que trabajan en la institución señaló que su trabajo lo hacen con cercanía, concienciación y entregando su amor hacía los  más desfavorecidos. “Los voluntarios que trabajan en Cáritas están testificando el Evangelio”, matizó. Insistió que estas personas, los voluntarios, hacen su trabajo libremente y con sacrificio en muchos casos, “os mueve la grandeza del amor y el servicio  hacia los pobres”. Concluyó señalando que en este trabajo de ayuda a los necesitados también desempeñan un papel importante los técnicos.

Invocación

En la Catedral la celebración religiosa fue presidida por el cardenal monseñor Ricardo Blázquez, acompañado del arzobispo de Santiago y de su obispo auxiliar, así como un elevado número de delegados episcopales y consiliarios de Cáritas. El director de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, José Anuncio Mouriño Rañó, fue el encargado de presentar la Invocación al Apóstol, y lo hizo con las siguientes palabras:

“Apóstol Santiago, Patrón de la Iglesia que peregrina en los Pueblos de España, ¡bien hallados!

Tú eres signo visible que vincula nuestra fe al Colegio de quienes seguisteis a Jesús, el maestro de la Humanidad.

Nuestra presencia en tu casa nos permite percibir el perfume de las plegarias y confesiones de fe de miles y miles de peregrinos que llegaron hasta el Finisterre Galaico para consolidar su vida cristiana con tu fe apostólica y martirial.

Nosotros somos una representación de voluntarios y técnicos de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, acompañados de nuestros sacerdotes consiliarios y presididos por nuestro Arzobispo, que estamos celebrando medio siglo de historia y de servicio. Llegamos hasta tu sepulcro, luminoso de estrellas, para abrirte nuestros corazones como fraterno mediador, en actitud de confidencia y plegaria.

En tono de confidencia te confesamos que quisiéramos que la Palabra de Dios fuera en nuestras entrañas -al igual que el profeta Jeremías- “como fuego ardiente e incontenible”, y que prendiera en nuestros hermanos como en un cañaveral. Entre nuestras gentes, unas se dejan seducir por ella y son testimonios vivos de vida evangélica; otras, en cambio, viven en el invierno de la fe y el fuego de la Palabra ni enciende ni calienta sus corazones.

Por eso, ahora, en tono de plegaria, arracimados en torno a ti, pronunciamos nuestra profesión de fe:

Cremos que o Pai das misericordias segue amando entrañablemente a esta humanidade dolorida, acolléndoa entre os seus brazos maternais.

Cremos que a nosa historia está “grávida de Cristo” como dixo San Agustín, e que a súa resurrección traballa o corazón de toda a humanidade e de cada persoa.

Cremos que o Espírito do Pai e de Xesús habita as entrañas do mundo e móveo en dirección ao Reino da fraternidade e a solidariedade.

Proclamamos que só a Igrexa e os cristiáns ao servizo dos pobres, dinamizarán ao mundo na súa evolución, na súa salvación e na súa liberación intelectual, ética, social e espiritual.

Cremos que Santa María, a Nai de Xesús e da Igrexa, fecunda coa súa maternal intercesión as tarefas dos que formamos a gran familia de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, e que con ela, moitos se convertan en “servos do Señor”.

Señor Santiago, Apóstolo e mártir de Xesús: Axúdanos a acrecentar a nosa esperanza no futuro. Aléntanos a interpretar á luz do Espírito os nosos tempos e a nosa cultura.

Lémbranos, Apóstolo de Xesús, que aínda que hoxe facemos unha mirada agradecida dun medio século de camiño e historia de caridade, o futuro é sempre o tempo dos crentes. Amén”.

Respuesta

Respondió a la Invocación, monseñor Ricardo Blázquez, quien en sus primeras palabras recordó el trabajo desarrollado por Cáritas en Santiago a lo largo de medio siglo. Constató que Cáritas “es el amor hacia los más necesitados que surge desde el mismo corazón”. Animó a los voluntarios a seguir con el trabajo, con el servicio a favor de los más necesitados de la sociedad. “Cuando atendéis a una de esas personas en ellas se refleja el rostro del Señor”, dijo finalmente..

En la Monición de las ofrendas, realizadas todas ellas por voluntarios y técnicos de Cáritas, el director diocesano hizo entrega al cardenal de un cáliz y una patena hechos con maderas de olivo en un obradoiro de Tierra Santa y adquirido en una tienda de comercio justo.” Queremos simbolizar”, señaló la oferente voluntaria de Cáritas, “con este xesto que o noso servizo mitigue as dores e sane as feridas dos pobres, e que robusteza aos membros do Corpo de Cristo e lle dea brillo ás súas facianas”.


La celebración religiosa finalizó entonando el Himno al Apóstol, cantado por cientos de voces que llenaban las naves de la Catedral, mientras funcionaba el Botafumeiro.
Cáritas
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