Este fin de semana, multitud de celebraciones por todo el mundo daban el pistoletazo de salida al año Jubilar de los dominicos con motivo de sus 800 años de historia.
En España, el acto central tuvo lugar en Madrid, el viernes 7 de noviembre. El arzobispo monseñor don Carlos Osoro, desde el monasterio de Sto. Domingo el Real, fue quien presidió las vísperas que abrieron las celebraciones del año Jubilar de la Orden de Predicadores.
En España, el acto central tuvo lugar en Madrid, el viernes 7 de noviembre. El arzobispo monseñor don Carlos Osoro, desde el monasterio de Sto. Domingo el Real, fue quien presidió las vísperas que abrieron las celebraciones del año Jubilar de la Orden de Predicadores.
Frailes, hermanas de vida activa, monjas, laicos y jóvenes dominicos de toda España estuvieron acompañados por religiosos y religiosas de otras órdenes que se sumaron a esta celebración.
“Gracias, llamados y ocupados” fue el mensaje que el arzobispo de Madrid dirigió a la Orden de Predicadores. “Gracias a Dios; llamados a vivir la fe como peregrinos y ocupados en regalar la Gracia del Señor, el amor y la misericordia de Dios en el lugar concreto donde están los hombres”. Un mensaje, que según don Carlos Osoro, los dominicos llevan haciendo durante 800 años, siguiendo la huellas de Santo Domingo. Pero este Jubileo pretende ser sobre todo una proyección hacia el futuro: “Seguid regalando misericordia en este momento de la vida y de la historia de los hombres donde quizá es más necesario que nunca acercar la novedad y la alegría del Evangelio al corazón y a la existencia de todo ser humano”.
El domingo volvía a reunirse la Familia Dominicana de España para seguir con los actos de inauguración del Jubileo. Esta vez en la iglesia de San Pedro Mártir de Madrid, con una Eucaristía retransmitida por Televisión Española, que fue presidida por fray Javier Carballo, presidente de la Familia Dominicana.
Fray Javier Carballo resaltó la misión de los dominicos y dominicas, que como predicadores no es otra que la de poner voz a las palabras de amistad del Evangelio, con una espiritualidad de desprendimiento, sin sentirnos propietarios sino servidores. “Ni siquiera la Verdad, lema de la Orden, es ninguna propiedad. Es búsqueda y servicio de misericordia. La verdad, que perdió crédito en el mundo cuando se alió con el poder, solo puede brillar en la pobreza de la predicación. Predicación que se hace diálogo, encuentro y conversación”.
El Maestro de la Orden de Predicadores, fray Bruno Cadoré, fue el encargado de dar inicio al Jubileo internacional desde la basílica de Santa Sabina en Roma, que en 1219 fue entregada por el Papa al mismo Santo Domingo, fundador de los dominicos.
Desde el Vaticano, el Papa Francisco, en el Ángelus tuvo unas palabras de felicitación: “Saludo a los representantes de la Orden de Predicadores que ayer ha abierto el 8º centenario de su Fundación. Que el Señor les bendiga en este aniversario y muchas gracias por todo lo que hacéis en y por la Iglesia”.
AgenciaSIC