Como cabía esperar, la iglesia de Santa Mariña Dozo (Cambados) se quedó pequeña para la misa celebrada ayer con motivo del homenaje que la parroquia le rindió al párroco, José Aldao. Pero nadie se quedó sin ver la liturgia -en la que participaron unos 25 sacerdotes- gracias a la pantalla que se instaló en el exterior. Don José cumplió ayer 50 años de su llegada a Cambados y de sacerdocio, una doble efemérides que no pasó inadvertida para sus feligreses. A la misa le siguió después otro acto en el salón Peña en el que no faltó el ágape ni el regalo. Don José afrontaba esta cita con una gran emoción y agradecimiento hacia aquel Cambados que lo recibió calurosamente hace medio siglo y que hoy sigue dándole muestras de cariño.
La Voz de Galicia
