“Una fe que no se hace con solidaridad, es una fe muerta. Es una fe sin Cristo, una fe sin Dios, una fe sin hermanos”, dijo el papa Francisco visitando este domingo 12 de julio la población del Bañando Norte de Asunción, en el Paraguay, la zona más pobre de la ciudad.
La periferia escogida por el Papa para entender mejor la situación del país, no la que se presenta en oropel y terciopelo ante un huésped ilustre. Así, vino para reforzar su mensaje de que la miseria no es resignación, de hecho en la zona existen proyectos de asistencia de la Iglesia y del Estado.
“Todo lo que pelean para tener una vida digna, un techo” dijo conmovido el papa Francisco, cuando comparó las dificultades de las familias pobres de este barrio a la vida de la pequeña familia de Belén. El hijo de Dios, nacido entre un buey y una mula, perseguido y en miseria.
“Les confieso que cuando venía caminando, todo me hacía recordar a la Sagrada Familia”. La acogida ha sido alegre delante de la Capilla de San Juan Bautista – una de las 13 capillas distribuidas en la zona y que forman parte de la parroquia de la Sagrada Familia, que encabeza el párroco, jesuita, el sacerdote Ireneo Valdez.
Después de algunos cantos y dos testimonios de los habitantes de las villas miseria paraguayas, el papa tuvo su discurso alzando los ánimos.
Conocedor del contexto, recordó las dificultades que han tenido que superar la población por “la inclemencia del tiempo, las inundaciones de estas últimas semanas”.
“Una lucha que no les ha robado la sonrisa, la alegría, la esperanza. Una pelea que no les ha sacado la solidaridad, por el contrario, la ha estimulado, la ha hecho crecer”, comentó.
El pequeño Jesús, María y José desterrados y refugiados como ustedes
“Me quiero detener con José y María en Belén. Ellos tuvieron que dejar su lugar, los suyos, sus amigos. Tuvieron que dejar lo propio e ir a otra tierra. Una tierra en la que no conocían a nadie, no tenían casa, familia”, constató.
En un lenguaje directo habló de una fe concreta cuando está Jesús en el corazón de las personas. Contó que hay personas que pueden decir que van a misa todos los domingos, pero “¿vos sabes lo que pasa en el Bañado Norte? - No, padre – entonces tú fe esta enferma, algo pasa”.
“Cuando aparece Jesús en nuestra vida…despierta la fe”, pero una fe que “nos hace prójimos, nos hace próximos a la vida de los demás. La fe despierta nuestro compromiso, nuestra solidaridad. El nacimiento de Jesús, despierta nuestra vida”.
La voz de Francisco toma fuerza cuando explica que la fe que despierta Jesús es una “es una fe con capacidad de soñar futuro y de luchar por eso en el presente”.
En este sentido, indicó que el Señor, fue el primero ser solidario, que “eligió vivir entre nosotros, que eligió vivir en medio nuestro”.
Así indicó que venía siguiendo estas huellas de las ‘sandalias humildes del Nazareno nacido en Belén’: “Me quiero hacer prójimo. Quiero bendecir su fe, bendecir sus manos, bendecir su comunidad. Vine a dar gracias con ustedes, porque la fe se ha hecho esperanza y es esperanza que estimula el amor”, dijo ante un jubilo de aplausos y emoción entre la multitud presente.
Precisamente, por esto, - les invitó “a seguir siendo misioneros, a seguir contagiando esa fe por estas calles, por estos pasillos.Haciéndose próximos especialmente de los más jóvenes y de los ancianos. Haciéndose soporte de las jóvenes familias, y de todos aquellos que estén pasando por momentos de dificultad”.
Luego les advirtió que “el diablo los quiere divididos” y les dejó la invitación: “ámense, compartan, no dejen solo a nadie”.
“Quizás el mensaje más fuerte que ustedes pueden dar hacia fuera. Es esa fe solidaria”, indicó.
“Y no dejen que el diablo los divida…”, reiteró Francisco.
Testimonios de la población
Antes del discurso del Papa, hubo varios testimonios de la vida humilde de los habitantes de la población del Bañado Norte. “Los pobres queremos también ser ciudadanos”, “los pobres de Bañado Norte piden una iglesia sencilla y a la que le "duelan" los pobres”, “los pobres estamos excluidos de las ayudas del Estado, somos descartados”.
Una de las voces de la comunidad indicó que “muchos de los habitantes de los barrios chabolistas son emigrados del campo, minorías étnicas y sin tierra”.
Y admitieron: “el Papa Francisco es el amigo de los pobres, dicen los chabolistas de Bañado Norte” y exhortaron a no se piden sus derechos fundamentales”,
Educación de los jóvenes futuro de Paraguay
En la segunda parte de este encuentro los jóvenes del barrio expusieron sus reflexiones para buscar soluciones a problemas como el embarazo prematuro, o la desocupación juvenil. Los jóvenes que prestaron su testimonio ante el pontífice siguen el proyecto de Scholas Ocurrentes, iniciativa apoyada por Francisco para la educación a través de redes humanas y tecnológicas.
El papa bendijo un olivo - explicó José María del Corral, director de Scholas Ocurrentes - como símbolo de la cultura del encuentro y la paz. Uno de los olivos bendecidos irá a Colombia para pasar el testimonio de paz a través de la educación y la formación de los jóvenes. Misión que desarrolla Scholas, que anunció ampliar la red de escuelas de la solidaridad en todo el Paraguay.
El papa a final rezó el ‘Padre Nuestro’ en guaraní, la oración que enseñó Jesús a sus discípulos, en la lengua que los jesuitas protegieron de la devastación de la conquista y que ha llegado hasta nuestros días.