Monseñor Sánchez Monge abrió el curso “El reto de la Fe y el desafío de la Nueva Evangelización”, con su conferencia “Hacia el Año de la Vida Consagrada: retos y desafíos”

La intervención de monseñor Sánchez Monge estuvo dedicada al tema “Hacia el Año de la Vida Consagrada: retos y desafíos”. El obispo de Mondoñedo-Ferrol resaltó la función de los consagrados, a los que animó a “hacer memoria con gratitud, abrazar el futuro con esperanza y vivir el presente con pasión”. Aseguró, además, que “mostrar la alegría de la vida consagrada” pasar por el encuentro personal con Cristo. “En el mundo con frecuencia”, indicó, “viene a faltar la alegría. No estamos llamados a realizar gestos épicos ni a proclamar palabras altisonantes, sino a testimoniar la alegría que proviene de la certeza de sentirnos amados y de la confianza de ser salvados”. Para el obispo ferrolano, “todo cristiano, sobre todo nosotros, estamos llamados a ser portadores de este mensaje de esperanza que da serenidad y alegría: la consolación de Dios, su ternura para con todos. Pero sólo podremos ser portadores si nosotros experimentamos antes la alegría de ser consolados por Él, de ser amados por Él”.
Monseñor Sánchez Monge indicó, también, que los consagrados han de hacer “memoria agradecida” de su historia personal y “verificarla a la luz del amor de Dios”, porque si “la vocación es siempre iniciativa suya, a nosotros nos corresponde la adhesión libre a la economía divino-humana, como relación de vida en el ágape, camino de discipulado, “luz en el camino de la Iglesia”.

El obispo de Mondoñedo explicó que “al llamarnos, Dios nos hace entrar en su descanso, y nos pide descansar en Él, como proceso continuo de conocimiento de amor. Resuena para nosotros la Palabra tú te afanas y preocupas por muchas cosas (Lc 10,41). En la via amoris caminamos en una nueva vida: la vieja criatura renace a vida nueva. El que está en Cristo, es una nueva creación (2 Co 5,17)”.
Monseñor Sánchez Monge pidió, igualmente, a los consagrados examinar su vocación a la luz del decreto Perfectae caritatis, en el contexto del cincuentenario del Concilio Vaticano II, y tener presente que en la fidelidad a la llamada de Dios se puede construir un “futuro esperanzado”.


Para el próximo martes, día 14 de octubre, está prevista la intervención de José Manuel Domínguez Prieto, doctor en Filosofía y padre de familia, sobre “Sociedad, familia y escuela ante la emergencia educativa”.