
Mons. Fernández González recordó que el seguimiento de Cristo conlleva cargar con la Cruz. "No hay gloria sin Cruz". D. Jesús advirtió que la tentación nuestra es querer "domesticar a Dios", quitando las aristas, las espinas y la Cruz del seguimiento. El Obispo auxiliar invitó a los sacerdotes a contemplar el dolor físico y moral en la vida de Jesús, para encontrar claves para vivir el sufrimiento en la propia vida sacerdotal. "De la Cruz aprendemos - subrayó Mons. Fernández - que el sufrimiento es una escuela para profundizar nuestra fidelidad... Dios pide fidelidad, no éxito inmediato...".