- “El poder de cada persona. Cada gesto cuenta”, lema de la campaña
- “Necesitamos la voluntad de todos”, afirman los obispos españoles
- Emerge una sociedad mucho más frágil y vulnerable con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de certezas.
La Semana de la Caridad 2020 promovida por Cáritas en la festividad
del Corpus Christi y que en el presente año tiene como lema central “El
Poder de Cada Persona. Cada Gesto Cuenta”, se va a prolongar hasta el
día 14 de junio. Una semana de profunda reflexión y que está enmarcada
en un momento en el que la visibilidad de Cáritas y todo el trabajo que
se realiza desde las Cáritas Diocesanas es más intenso y pensando
siempre en las personas más necesitadas.
“Necesitamos la voluntad de todos particularmente de nuestras
autoridades políticas, civiles, económicas y religiosas, y que los muros
sean superados, para que los egos, los intereses particulares y las
ideologías sean dejadas a un lado”, se señala en el mensaje anual para
el Día de Caridad de los obispos de la Subcomisión de Acción Caritativa y
Social de la Conferencia Episcopal, que preside monseñor Jesús
Fernández González, obispo auxiliar de Santiago. En el documento, con la
mirada puesta en los graves efectos sociales causados por el
coronavirus, lanzan una invitación a todos los ciudadanos a que “ayuden a
hacer posible un diálogo constructivo y eficaz”, que impulse un trabajo
de transformación del mundo “con la mirada puesta en los más frágiles
de nuestra sociedad, y con una firme voluntad de llegar a acuerdos y de
aplicarlos”.
Gestos solidarios
La pandemia mundial que ha generado el coronavirus nos ha obligado a
disponer de nuestras vidas de una forma inimaginable hace tan sólo unos
meses. Los hábitos cotidianos, la forma de relacionarnos y la gestión de
nuestras emociones nos han desbordado. La enfermedad, la muerte de
nuestros seres queridos y el aislamiento, han dejado paso a la
inseguridad económica y laboral, a la falta de recursos básicos, a la
pérdida de empleo o a los ERTES. Emerge una sociedad mucho más frágil y
vulnerable con una hoja de ruta más llena de incertidumbres que de
certezas.
Sin embargo, es desde esta fragilidad desde donde hemos visto brotar
miles de gestos solidarios llenos de caridad, de ese amor gratuito que
nace del corazón de forma libre y desinteresada, sin esperar nada a
cambio. Personas de pensamiento diverso, de todas las creencias,
oficios, de todos los países del mundo, de todos los pueblos y barrios,
todas a una, se han movilizado y puesto al servicio de una humanidad
amenazada y herida. La experiencia vital nos ha hecho reaccionar ante el
sufrimiento y el dolor compartido y nos ha empujado a rescatar nuestro
sentido de identidad y pertenencia. Aquello que otras veces se nos
olvida y nos arrastra hacia el egoísmo y la individualidad, hoy nos ha
posicionado en lo comunitario, en priorizar el bien común que nos
identifica como seres vivos: la protección y defensa de la vida.
Sentido muy especial
En el presente año la celebración del el Día de la Caridad tiene un
sentido diferente y especial. Como Iglesia, tenemos el reto de acompañar
y cuidar la fragilidad y también cultivar la solidaridad emergente. Se
hace más imprescindible todavía celebrar la vida y el encuentro, alabar y
dar gracias a Dios. No podemos olvidar que tenemos retos por delante
que no podemos abordar solos. Necesitamos, por lo tanto, el poder de
cada persona que forma parte de Cáritas: voluntarios,
personal contratado, las comunidades parroquiales, y los participantes
de nuestros proyectos. Cada uno tiene el poder, la posibilidad y la
oportunidad de cambiar y transformar nuestro estilo de vida de forma que
refleje el ser y el hacer de Jesús.
Mensajes
Para estos días la Confederación de Caritas, en la que figuran la
Diocesana de Santiago de Compostela, distribuye una seria de mensajes
para difundir la celebración de la Semana de la Caridad que tiene su
epicentro el domingo cuando se conmemora en todas las iglesias
diocesanas el Día de la Caridad en la festividad del Corpus Christi.
Si una persona es capaz de mejorar el mundo… ¡Imagina lo que podemos
hacer en común! Es momento de ayudarnos y de sumar esfuerzos. Tenemos
grandes retos por delante que no podemos abordar solos, ni como
individuos ni como organizaciones de forma unilateral. Necesitamos
dibujar en común nuevos escenarios de vida y posibilidad para todos, y
generar nuevos espacios de encuentro para sanar juntos.
Mensajes que tienen como centro de la información de doble lema de la campaña (El Poder de Cada Persona.Cada Gesto Cuenta) ,que reproducimos en nuestra página web para que sean de general conocimiento:
-Necesitamos personas con la mirada puesta en los más frágiles de la
sociedad, con una firme voluntad de llegar a acuerdos y de aplicarlos.
Todas, incluidas las autoridades políticas, civiles, económicas y
religiosas tenemos la responsabilidad de sumar.
-Tómate la vida con conciencia solidaria y humana, y pasa por la vida
de forma proactiva, al estilo de Jesús: tomando partido por los más
vulnerables: las personas migrantes, sin hogar, sin empleo, las víctimas
de violencia de género o mayores en soledad.
-Participa en el cambio social y hazte activista de la caridad,
comprométete a realizar gestos sencillos que reflejen tu amor y cuidado
por la vida, la naturaleza y las personas que viven situaciones de
pobreza y fragilidad.
-Súmate con un gesto a esta corriente de esperanza para restaurar la
convivencia, el diálogo social y sentar las bases de un nuevo Bien
Común. Sólo podremos lograrlo si te sumas, si pones el corazón en lo que
haces, porque El Poder de Cada Persona cambia la realidad y la transforma.
-Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan
vivirá para siempre. Compartir la Eucaristía nos ha de impulsar a
sembrar solidaridad y tejer comunidad, a hacernos Iglesia servidora de
los pobres que acoge, integra, sana y cuida.
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