Sonia Milagros González Iglesias es enfermera en el CHUS de Santiago
de Compostela. Con muchas horas de trabajo en las urgencias, ahora está
dedicada de lleno a la lucha contra el COVID 19. Forma parte del
personal encargado de realizar los tests a los pacientes.
¿Qué opinas del Coronavirus?
El coronavirus no me preocupa tanto como la rápida implantación de
privación de libertades en todos los ámbitos, incluida la asistencia a
los templos.
¿Te cuesta estar en casa? Por qué?
No me cuesta estar en casa porque todos los días tengo que ir a
trabajar como todos mis compañeros sanitarios. He tenido que aislarme
del resto de mi familia y nos comunicamos por teléfono o me saludan
desde la ventana.
Algo que te ayude a sobrellevar mejor la rutina diaria actual.
Cuando no trabajo aprovecho para hacer cosas que tenía pendientes. El
domingo empecé a ver la serie que rodó Concha Velasco sobre Teresa de
Jesús. Hace tiempo que tenía los 3 DVD de ella porque es mi santa
preferida pero no encontraba el momento para esto. También organizo mis
comidas para varios días. Suelo tener apagada la televisión y hacia la
noche pongo la radio.
Qué lección podemos sacar de todo esto.
La lección que podemos sacar de todo esto es la fragilidad de la
persona humana. Todo nuestro ego se desmonta en un momento desde el
punto y hora en que un virus es capaz de desmantelar nuestra vida.
Unas palabritas para Dios.
Todo lo que Dios permite es para nuestro bien, de modo que Dios proveerá.
Una dedicatoria para alguien.
Dedico mi oración a todos los que sufren espiritualmente,
psíquicamente y físicamente. Los pongo bajo el manto de nuestra madre la
Virgen María.
Un modo de servir a los demás sin salir de casa.
Sin salir de casa puedes llamar por teléfono a muchas personas y
darles una palabra de aliento. Empezando por los de tu familia. También
podemos pensar en cosas bonitas para hacer por los demás cuando se
acabe el confinamiento, incluso estaría bien anotarlas en una lista para
no olvidarlas.
Un sueño para el futuro.
Mi sueño para el futuro es que desaparezca la desconfianza ya que el
tipo de medidas que se adoptan actualmente debido al coronavirus la
fomentan. Volvamos a confiar en nuestro prójimo y también en Dios como
nos enseña la Divina Misericordia.
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