Si te pones en la forma de
percibir la situación de la otra persona, sin juicios, podréis llegar a
encontrar puntos comunes de solución
No juzguéis para que no seáis juzgados (Mt. 7,2)
Desarrollar el hábito de dar importancia real al otro. Hay que ponerse en su lugar e interpretar el fondo de su corazón (Francisco, Amoris Laetitia, 138)
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Foto: Miguel Castaño