- Monseñor Julián Barrio inauguró hoy los trabajos del primer Sínodo Diocesano de Jóvenes, al que asistieron un centenar de chicas y chicos

El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, instó hoy sábado a
los participantes en el Sínodo Diocesano de Jóvenes a ser valientes y a
tomar “la vida en vuestras manos y construirla cada mañana y cada tarde
según el proyecto de Dios, al tiempo que expresó que “la Iglesia
diocesana os ama. Esta es la clave para entrar en el ordenador de
vuestra existencia. Mi deseo es que tengáis un protagonismo mayor en la
vida de la Diócesis participando en la comunidad eclesial donde habéis
de expresar, celebrar y alimentar la fe, y reconocer y asumir las
responsabilidades”. A esta primera sesión del Sínodo juvenil, que se
celebró en el Seminario Menor, asistieron casi un centenar de chicos y
chicas en representación de las tres vicarías, de los arciprestazgos y
de distintos movimientos y congregaciones. Al encuentro asistió también
el obispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández González.
Un encuentro largamente preparado, con todo tipo de detalles y con
ambientación plenamente juvenil. Así se ha desarrollado hoy en el
Seminario Menor de Santiago la primera de las sesiones de trabajo del
Sínodo Diocesano de Jóvenes, una cita que como recordaba el responsable
de la Pastoral de Infancia e Xuventude, el joven sacerdote Javier
García, “es un acontecimiento para toda la iglesia diocesana”. La
reunión se inició con una oración dirigida por los propios jóvenes, dos
de los cuales ejercieron además como presentadores de la jornada y
animadores de la sesión.
El
arzobispo, monseñor Barrio, a quien acompañaba su obispo auxiliar,
monseñor Jesús Fernández, agradeció la asistencia de los jóvenes: “En
primer lugar os agradezco vuestra presencia hoy aquí. Día histórico para
la pastoral diocesana en el que vosotros hacéis historia. Como pastor
de esta diócesis me alegra de corazón ver vuestros rostros juveniles,
adivinar vuestras esperanzas, saber que ejercéis hoy como representantes
de otros muchos jóvenes que también sienten la inquietud de saberse
interpelados por la dimensión del misterio, por la fe que vive en la
Iglesia”, les dijo.
“La Iglesia diocesana os ama”
“La Iglesia diocesana os ama”, enfatizó el arzbispo, quien se mostró
convencido de que “esta es la clave para entrar en el ordenador de
vuestra existencia. Mi deseo es que tengáis un protagonismo mayor en la
vida de la Diócesis participando en la comunidad eclesial donde habéis
de expresar, celebrar y alimentar la fe, y reconocer y asumir las
responsabilidades. Os solidarizáis ante los males del mundo y colaboráis
en las diversas formas de voluntariado. ¡Callejead la fe”. Estamos aquí
para escucharnos y escucharos”.
En un cálida intervención, en la que hubo lugar también para el
humor, monseñor Barrio comentó que “los jóvenes sois los verdaderos
aventureros de este tiempo y de esta época”. Les mostró su afecto y su
cercanía y aseguró que “es esperanzador que os preguntéis por el sentido
de la vida, que descubráis y asimiléis la exigencia y dignidad de ser
cristianos en las diversas posibilidades de vivir la vocación cristiana
en la Iglesia y en la sociedad, y cuidando el crecimiento personal y
armónico de todas vuestras potencialidades: la razón, la afectividad, la
solidaridad, el diálogo, el compromiso por la justicia y por una
sociedad de talla humana y la dimensión cultural animada por criterios
del Evangelio”.
El
arzobispo les pidió a chicas y chicos que, pese a las dificultades y
los momentos complicados que puedan vivir, no pusieran “nunca en vuestra
vida a Dios “en modo avión”: no os desconectéis de Él, ni siquiera en
los momentos de duda que todo aventurero experimenta en su ruta”. El
arzobispo manifestó que “la iglesia diocesana quiere hacerse presente en
los ambientes juveniles con una presencia activa y significativa,
animándolos y guiándolos”.