Como
ya es tradicional en sus viajes internacionales, en el vuelo de regreso
de la visita que ha realizado durante una semana a Mozambique,
Madagascar y Mauricio el Papa Francisco ha atendido a los medios y respondido a todo tipo de cuestiones durante más de una hora.
Un posible viaje a España, el invierno demográfico de Occidente,
la colonización ideológica en África o las críticas que recibe de
ciertos sectores de la Iglesia son algunos de los puntos en los que ha
girado la rueda de prensa del Pontífice.
No irá a España, de momento
Con un lugar de relevancia por su 80 aniversario, la agencia EFE ha
tenido la posibilidad de preguntar por una futura visita a España, pero
como en otras ocasiones Francisco no ha dado muchas pistas ni tampoco
demasiadas esperanzas. “Iré a España, si vivo, pero la prioridad de viajar a Europa es para los países pequeños, luego para los grandes”, contestó sobre esta cuestión.
Si habló más sobre la juventud del continente africano y que ha
encontrado en este viaje en contraposición al envejecimiento de
Occidente. “África es un continente joven, tiene una vida joven, si lo
comparamos con Europa, repetiré lo que dije en Estrasburgo: la madre Europa casi se ha convertido en ‘abuela Europa’. Ha envejecido, estamos viviendo un invierno demográfico muy grave en Europa”, afirmó.
¿Cuál es el origen de este envejecimiento de Europa?, se preguntó.
“Yo, es una opinión personal, creo que el bienestar está en la raíz.
Aferrarse al bienestar; ‘Pero, estamos bien, no tengo hijos porque
tengo que comprar la villa, tengo que hacer turismo, estoy bien así, un
niño es un riesgo, nunca se sabe...’. Bienestar y tranquilidad, pero es
un ser que te lleva a envejecer. En cambio, África está llena de vida.
Encontré en África un gesto que había encontrado en Filipinas y en
Cartagena en Colombia. La gente cría a los niños como si dijeran ‘este
es mi tesoro, esta es mi victoria, mi orgullo’. Es el tesoro de los
pobres, el niño. Pero es el tesoro de un país”, añadió.
La colonización ideológica
Como ya ha hecho en otras ocasiones, Francisco también habló de la “colonización ideológica”
afirmando que en África ya no se dan colonizaciones geográficas, “al
menos no muchas” –aseguró- pero sí ideológicas. Su objetivo es, en su
opinión, “entrar en la cultura de los pueblos y cambiar esa cultura y
homogeneizar a la humanidad. Es la imagen de la globalización como
esfera, todos los puntos equidistantes del centro. En cambio, la
verdadera globalización no es una esfera, es un poliedro en el que cada
pueblo conserva su propia identidad, pero se une a toda la humanidad”.
Sin embargo, el Papa añadió que “la colonización ideológica trata de borrar la identidad de los demás para hacerlos iguales
y llegan a ustedes con propuestas ideológicas que van en contra de la
naturaleza de ese pueblo, de la historia de ese pueblo, en contra de los
valores de ese pueblo. Y hay que respetar la identidad de las personas,
es una premisa que siempre hay que defender. La identidad de los
pueblos debe ser respetada y por eso expulsamos toda colonización”.
Preguntado por periodista de Mauricio sobre el problema de los
chagosianos y su expulsión del atolón Diego García, en disputa entre
este país y Reino Unido, el Papa dijo que "las organizaciones
internacionales, cuando las reconocemos y les atribuimos la capacidad de
juzgar a escala mundial -pensamos en el tribunal internacional de La
Haya o en las Naciones Unidas- cuando hacen declaraciones, si somos una humanidad, (una asamblea civil) tenemos el deber de obedecer.
Es cierto que no siempre las cosas que parecen buenas para toda la
humanidad serán buenas para nuestros bolsillos, pero hay que obedecer a
las instituciones internacionales, para eso se crearon las Naciones
Unidas, se crearon los tribunales internacionales".
Las críticas a su Pontificado
Por otro lado, el Santo Padre dedicó especial atención a la pregunta
sobre las críticas que según el reportero que le hizo la pregunta llegan
de Estados Unidos. Para el Papa, “cuando uno recibe una crítica inmediatamente tiene que hacer autocrítica y decir: ¿es eso cierto o no? ¿Hasta qué punto?
La crítica siempre me beneficia. A veces te hacen enojar... Pero hay
ventajas. De camino a Maputo, uno de ustedes me dio ese libro en francés
sobre cómo los americanos quieren cambiar al Papa. Sabía lo de ese
libro, pero no lo había leído. Las críticas no provienen sólo de los norteamericanos, sino que están en todas partes, incluso en la Curia”.
Francisco recalcó que “al menos los que te lo dicen tienen la ventaja de la honestidad para decírtelo.
No me gusta cuando las críticas están debajo de la mesa: te hacen
sonreír mostrando los dientes y luego te meten el puñal por detrás. Eso
no es justo, no es humano. La crítica es un componente fundamental, y si
su crítica no es correcta, usted está preparado para recibir la
respuesta y hacer un diálogo y llegar al punto correcto. Esta es la
dinámica de la verdadera crítica”.
"No le temo a los cismas"
Ante un posible cisma, tal y como le preguntaron, el Papa recordó que
“en la Iglesia ha habido muchos cismas” y recordó lo que ocurrió tras
los concilios Vaticano I y II. “Siempre existe la opción cismática en la
Iglesia, siempre. Pero es una de las opciones que el Señor deja a la
libertad humana. No le temo a los cismas, rezo para que no existan, porque está en juego la salud espiritual de mucha gente.
Que haya diálogo, que haya corrección si hay algún error, pero el
camino del cisma no es cristiano. Pensemos en los comienzos de la
Iglesia, como se inició con muchos cismas, uno tras otro: arios,
gnósticos, monofisitas...”, agregó.
Sobre este mismo asunto insistió en que “un cisma es siempre un
desapego elitista provocado por una ideología desprendida de la
doctrina. Es una ideología, quizás justa, pero que entra en la doctrina y
la separa... Por eso rezo para que no haya cismas, pero no tengo miedo.
Este es un resultado del Vaticano II, no de este o aquel Papa. Por
ejemplo, las cosas sociales que digo son las mismas que las de Juan Pablo II, ¡las mismas! Lo copio. Pero dicen: el Papa es comunista...
Las ideologías entran en la doctrina y cuando la doctrina se desliza en
las ideologías, existe la posibilidad de un cisma. Está la ideología de
la primacía de la moral aséptica sobre la moral del pueblo de Dios. Los
pastores deben guiar al rebaño entre la gracia y el pecado, porque la
moralidad evangélica es ésta. En cambio, una moral de tal ideología
pelágica te lleva a la rigidez, y hoy tenemos muchas escuelas de rigidez
dentro de la Iglesia, que no son cismas sino caminos cristianos
pseudo-esquemáticos, que terminarán mal. Cuando se ven cristianos,
obispos, sacerdotes rígidos, detrás de ellos hay problemas, no hay
santidad del Evangelio. Por eso debemos ser mansos con las personas que
son tentadas por estos ataques, están pasando por un problema, debemos
acompañarlos con mansedumbre".
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