El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió hoy la
Eucaristía con la que culminó la visita de la imagen de la Virgen de
Fátima a la parroquia de Carballo. Desde el viernes 22 al domingo 31 de
este mes de marzo, esta imagen peregrina ha visitado las parroquias que
componen la Unidade Pastoral carballesa.
En una celebración que se desarrolló en la iglesia San Xoán Bautista,
durante la homilía el arzobispo destacó, en el contexto de la parábola
del hijo pródigo, que “María trasluce esa actitud bondadosa de Dios
nuestro Padre. Dios nunca se cansa de esperar por el retorno de todos y
cada uno de nosotros”. Además, indicó que es necesario encontrarnos con
nosotros mismos, de manera especial en estos momentos de nuestra
cultura, experimentando nuestra nostalgia de volver a la casa del Padre.
Monseñor Barrio señaló que “la Virgen María percibió el gran amor de
Dios junto a la cruz de Jesús. Solo la humildad nos hará descubrir la
misericordia y bondad de Dios”. Y añadió que María nos llama hoy a la
conversión, a la reconciliación, a la renovación de la vida cristiana… y
aprendemos en ella a tener una mirada que acoge, acompaña y protege.
Finalmente, invitó a renovar los sentimientos de los pastorcitos de la
Virgen de Fátima, “dejando que el Señor cambie nuestro corazón, ya que
con María no seremos ni huérfanos ni olvidados”.
La
presencia del arzobispo compostelano en la celebración de despedida de
la Virgen dio realce a la eucaristía, cantada por la Coral de
Bergantiños y el Coro del catecismo, en la que concelebraron el párroco
José García Gondar, Jesús Antelo Quintáns, Manuel Carrero Caballero y
Manuel Jesús Formoso Fernández. Además, todas las parroquias que
componen la Unidad Pastoral de Carballo han hecho su ofrenda floral a la
Virgen de Fátima, destacando que la visita de la imagen peregrina será
fuente de bendiciones para todas las familias y una motivación para
seguir unidos bajo la mirada y protección de la Virgen María.
Archicompostela