
Monseñor Barrio dijo, también, que “nuestro camino es el de Cristo.
Es verdad que podemos escoger un camino cómodo, bajando hasta lo vulgar
y hundiéndonos en la mentira y la deshonestidad, en la impiedad y el
egoísmo. Pero Él nos guía hacia lo alto y puro; hacia la verdad que nos
hace libres; hacia la valentía que no se deja intimidar por las
opiniones dominantes”.
Señaló además el arzobispo que “el Hijo de Dios sigue sufriendo
cuando acusamos injustamente a los que denuncian nuestra pasividad y
conformismo, cuando no defendemos la causa de la justicia por miedo a
las consecuencias que pueda traernos, cuando nos inhibimos ante la
defensa de la verdad, cuando miramos a otro lado distinto de donde están
los descartados de nuestra sociedad, cuando nos confiamos a nuestra
autosuficiencia”.