El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, asistió ayer a la
conferencia de Fernando Giménez Barriocanal que, bajo el título “Cuentos y cuentas de la Iglesia en España”,
pronunció invitado por la Real Sociedad de Amigos del País de Santiago y
por el Colegio Mayor Arousa. Fernando Giménez Barriocanal es
vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal
Española (CEE) y presidente y consejero delegado de COPE.
Esta emisora se hizo eco de la conferencia de Giménez Barriocanal, indicando que en la misma se defendió de las fake news
que rodean a la Iglesia, abordando la demagogia y las mentiras que se
intentan trasladar a la sociedad, siempre en contra de la iglesia,
atacando a esta confesión y a sus supuestos privilegios.
En su intervención, Giménez Barriocanal recordó que nuestra
Constitución garantiza como derecho fundamental la libertad religiosa de
los individuos y de las comunidades. “Nuestro texto constitucional
hace una lectura positiva del hecho religioso, que lo quiere custodiar,
respetar y garantizar en un marco plural y de cooperación. Es lo que
llaman algunos laicidad positiva, que no tiene nada que ver con el laicismo militante, que no encuentra, en mi opinión, acomodo alguno en la Constitución”, indicó.
También señaló que no es verdad que la Iglesia Católica
perciba fondos de los Presupuestos Generales del Estado, sino que lo
hace de los contribuyentes que desean hacer
sus aportaciones, a través de sus impuestos, marcando la casilla de la X
en la declaración de la Renta. Aseguró que este plebiscito anual al que
se somete la confesión cristiana católica es único de la Iglesia, pues
no lo hay para otras instituciones que sí están subvencionadas por el
Estado. A los ciudadanos no nos preguntan si queremos aportar a otros
organismos que perciben dinero público.
Además, Giménez Barriocanal habló del régimen fiscal y las exenciones del IBI. No son algo exclusivo de la confesión católica. Ese
mismo régimen fiscal se aplica a fundaciones, sindicatos u otras
confesiones que tienen acuerdos con el Estado. Indicó que la Iglesia no
tenía privilegios.
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