Santa Pelagia, virgen y mártir
Prefirió tirarse por la azotea y que la mataran por salvar su castidad
Prefirió tirarse por la azotea y que la mataran por salvar su castidad
En Antioquía, de Siria, santa Pelagia, virgen y mártir, a la que san Juan Crisóstomo dedicó grandes alabanzas.
El nombre de santa Pelagia destaca en el canon de la misa ambrosiana
de Milán, y le dedicaron alabanzas san Ambrosio y san Juan Crisóstomo,
además de que este último le tributó una, y posiblemente dos, de sus
homilías.
Pelagia era una jovencita cristiana de quince años nacida en Antioquía y discípula tal vez de san Luciano.
Se hallaba sola en su casa cuando llegaron los soldados para
aprehenderla, en tan gran número, que rodearon todo el sector, como si
se tratase de un peligroso criminal.
Algunos soldados entraron a la casa, y Pelagia, con la seguridad de
que antes de darle muerte abusarían de ella, recurrió a una estratagema
para salvar el honor: graciosamente pidió permiso para cambiarse de ropa
y volver a ellos mejor presentada.
Los soldados accedieron muy complacidos y la joven corrió escaleras
arriba hasta llegar a la azotea de su casa y, desde ahí, sin el menor
titubeo, se echó a la calle.
Los soldados, que esperaban abajo, la mataron en el mismo lugar donde
había caído. Pelagia había salvado su castidad que, evidentemente,
apreciaba más que la vida.
San Juan Crisóstomo afirma que la jovencita actuó inspirada por Dios,
a quien llevaba en su corazón y que la exhortaba, la fortalecía y le
evitaba sentir temor.
Esta es la santa Pelagia histórica cuyo nombre fue utilizado por dos
biógrafos, o mejor dicho, novelistas, para fabricar sobre él un par de
historias enteramente distintas e igualmente fantásticas.
La conmemoración original de Pelagia ocurría -como ahora ha sido
restaurado en el Martirologio Romano- el 8 de octubre; con esa fecha
aparece en el breviario sirio y en el Hieronymianum. Sin embargo la
celebración pasó durante siglos al 9 de junio.
Quizás por compensación, porque la «memoria popular» conserva todo,
aunque sea de forma confusa, el 8 de octubre comenzó a celebrarse a otra
santa Pelagia, enteramente ficticia, surgida de una de esas novelas que
menciona el Butler.
Se la llamaba santa pelagia la penitente, y su «historia» -de una
bailarina y pecadora arrepentida que se retira a la vida eremítica- no
tiene relación alguna con la de la Pelagia histórica; pero la
hagiografía legendaria ha tenido buen cuidado de mezclar sus historias
con los sermones del Crisóstomo (que se referían al 8 de octubre), de
modo que Pelagia la penitente quedó prestigiada y sobrevivió hasta la
última reforma del calendario santoral.
Es una lástima que se pierda la historia de Pelagia la penitente,
porque es una bonita fábula, pero el Martirologio de la Iglesia no es
una colección de fábulas bonitas sino el auténtico recuerdo de quienes
-con toda su vida y muchos de ellos con su muerte- nos señalan el modo
de hacer completamente presente a Cristo en nuestra vida.
En la iconografía tradicional los atributos de Pelagia mártir se
confunden con los de Pelagia penitente, y no es raro que una imagen
muestre a una mártir, pero mayor que la niña de apenas quince años de la
historia, o que a la palma (mártir) se sume la calavera (penitente), o
que aparezcan como accesorios de la escena instrumentos músicos (por el
oficio de bailarina de la penitente).
La historia de la penitente se repite en otras santas penitentes
tradicionales, legendarias pero muy famosas, como santa Tais o santa
Marina (que no debe confundirse con «La gran virgen santa Marina», del
20 de julio).
Las alusiones de san Ambrosio pueden verse en Migne Patrología
Latina, vol. XVI, cc. 229 y 1093; el sermón del Crisóstomo en Migne
Patrología Griega, vol. I, cc 579-585.
Hay una segunda homilía atribuida al Crisóstomo sobre el mismo tema
de santa Pelagia, pero no hay acuerdo sobre su autenticidad. Delehaye en
Légendes Hagiographiques (ed. 1927), pp. 186-195, discute la cuestión
de la leyenda de Pelagia la penitente.
El texto de las actas imaginarias se encontrará en Acta Sanctorum,
oct., vol. IV. En el Butler-Guinea, vol IV, México, 1965, págs. 63-64,
se encuentra un resumen de la leyenda y más detalles bibliográficos.
este artículo se basa en los dos del Butler, el de la santa histórica
(que se encuentra n el tomo II, 9 de junio) y en el de la novelada, del 8
de octubre.
Fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Artículo originalmente publicado por evangeliodeldia.org
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