El beato Pablo VI será canonizado este domingo, 50 años
después de que este Papa publicara una de las encíclicas más
controvertidas y proféticas, la Humanae Vitae.
Este ha sido uno de los grandes legados que ha dejado el futuro santo. Y así lo asegura el obispo de Gallup (EEUU) James Wall.
Según explicó en una conferencia en la Diócesis de Lincoln, la Humanae
Vitae es una “guía” y una “buena noticia” para reconstruir la familia y
la sociedad.
Un texto dirigido a todos
Según recoge Aciprensa,
monseñor Wall aseguró que la encíclica es una “guía” para un matrimonio
feliz y que, al haber sido ignorada por muchos, ha llevado a la ruptura
de muchas familias en las últimas décadas. “Cuando hablamos de la vida humana, quiere decir que el texto está dirigido a todos”, agregó.
Por ello, el prelado indicó que “una sociedad donde la mentalidad
anticonceptiva es la norma, lo sabemos, no es una sociedad basada en el
amor. Y sabemos que eso hará que claudique sobre sí misma porque así se
convierte en una sociedad egoísta”.
En su ponencia, Wall explicó que muchos signos de la actual debacle
cultural fueron alertados por el Papa Pablo VI, como la convivencia de
parejas sin casarse, el divorcio, la infidelidad, y el daño causado a las relaciones entre hombres y mujeres en los últimos 50 años.
En este tiempo, dijo, a los hombres se les dado la licencia de usar a las mujeres para “alimentar su placer egoísta” en relaciones personales y en la cultura popular, especialmente en la industria multimillonaria de la pornografía.
Una buena noticia para el mundo
“Esto lo hemos visto una y otra vez. Si miro a la otra, que ha sido
creada a imagen y semejanza de Dios, y si la miro y la veo puramente
como un objeto, entonces voy a usarla para mis propios fines y razones egoístas”, dijo el Obispo.
El obispo de Estados Unidos subrayó que la Humanae Vitae fue la primera “buena noticia” y el “remedio para ayudarnos a revertir la cultura de muerte”. “Aquí es realmente donde vemos la sabiduría profética de Pablo VI”, agregó.
“Cuando una pareja usa anticonceptivos, ya no hablamos solo de la
esposa y el esposo, sino también de la empresa farmacéutica, y cuando
esta se incluye, lo que hacemos es sacar a Dios”, lamentó.
Monseñor Wall relató que, cuando preparaba a los novios para el
sacramento del matrimonio mientras era vicario parroquial, veía que las
parejas no querían rezar juntos; así que les enseñaba a rezar al uno por
las intenciones del otro. Esto, dijo, ayuda a desarrollar “las personalidades espirituales” del esposo y la esposa, y hacer que la oración sea parte integral del matrimonio.
“La mejor forma de que un esposo y una esposa puedan amar a sus hijos es amándose el uno al otro. Las parejas que son fieles a la enseñanza de la Iglesia y que son fieles a su propia vocación, derraman eso sobre sus hijos y los hijos pueden luego entender y discernir mejor su propia vocación”, señaló el Obispo de Gallup.
ReligiónenLibertad