Paco Segarra, prestigioso publicista, devoto católico y bloguero de ReL, creó junto a un grupo de amigos hace ya casi 30 años la Fundación Kolbe, fiesta de cuyo santo se celebró el pasado 14 de agosto.
Decidió poner sus talentos al servicio de la Iglesia. En una entrevista con la revista Vida Nueva,
Segarra explica que “era el año 90 o 91 y yo había leído una biografía
suya, ‘No olvidéis el amor’, de André Frossard, que me impactó mucho”.
Su conversión aún estaba reciente, después de una etapa agnóstica de su
juventud tras la que encontró sustento en Dios. ¿Yo qué puedo hacer?
“Pensé ¿cómo puedo poner mi talento al servicio de la Iglesia? No soy médico, no puedo irme a África a curar gente así como así”, explica.
De este modo, creó junto a Manolo Portabella -quien ahora produce con su agencia La Machi los vídeos del Papa- una
fundación para ayudar a la Iglesia en la comunicación, “basándonos en
el anuncio, que es lo fundamental tanto en publicidad como en el
Evangelio”. Aunque en estos momentos la fundación está en pausa sigue gozando de gran prestigio.
El primer gran apóstol moderno
La siguiente pregunta era clara: ¿por qué Kolbe? “Para mí fue el primer gran apóstol moderno, el primero que usa los medios de comunicación más punteros para difundir el Evangelio”.
Recuerda este publicista catalán que este santo franciscano se
dedicaba al mismo mundo que él, la comunicación, hasta el punto de que
en el convento de Niepokalanów, que fundó en 1927, creó una revista -el
Caballero de la Inmaculada- que comenzó con 500 ejemplares de tirada y acabó rozando el millón, con multitud de franciscanos trabajando para sacarla adelante.
“A esto se suma -recuerda el entrevistado- que era un gran
radioaficionado e incluso tenía sus propios programas de radio“. Por eso
lo llama “el primer gran Apóstol de la comunicación moderna”. “Y
después de todo esto, tras una vida entera siendo testigo del
Evangelio, viene ese ‘pequeño’ gesto de ofrecerse voluntario, y acaba
dando su vida por Jesús y por el prójimo. Si antes lo que más admiraba
de él era su faceta evangelizadora y comunicadora, lo próximo que lo
siento a mi profesión ahora es eso sin duda”, agrega Segarra.
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