
La resurrección de Cristo no es algo del pasado, es una fuerza viva
que ha penetrado el mundo. “Donde parece que todo ha muerto, por todas
partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza
imparable. Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos
injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero
también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a
brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto… Los valores
tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y de hecho el ser humano
ha renacido muchas veces de lo que parecía irreversible. Esa es la
fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un instrumento de ese
dinamismo” (EG 276), escribe el papa Francisco.
¡No sepultemos el Evangelio de la Resurrección debajo de tantas
excusas! ¡Anunciémoslo a todos! Es la misión que se nos encomienda en la
Pascua. Ni la tristeza, ni la amargura, ni mucho menos la desesperanza
tienen nada que ver con Cristo resucitado y con quien le sigue.
A todos os deseo cordialmente la alegría incontenible del encuentro
con el Señor resucitado. ¡Feliz Pascua de Resurrección del Señor!
+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela
Arzobispo de Santiago de Compostela
Archicompostela