
“Queridos candidatos al lectorado, Carlos y Javier, asumís hoy el
compromiso de anunciar la Alegría del Evangelio que llena el corazón y
la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan
salvar por él son librados del pecado, de la tristeza, del vacío
interior, del aislamiento”, dijo D. Julián.
A quienes recibían el ministerio de acólitos, les indicó: “Queridos
candidatos al acolitado, Eduardo, Rubén y Santiago, sois llamados a
servir al altar, convirtiéndoos en hombres de la Eucaristía, signo de la
presencia real de Cristo, de esta presencia que la Iglesia ha ido
descubriendo en toda su hondura a través de los siglos y a la que
profesa una profunda devoción. Es el sacramento de nuestra fe”.
El arzobispo expresó además su “felicitación cordial a vosotros, a
vuestra familia, a vuestros formadores y profesores, a quienes os han
acompañado en el proceso de vuestra formación vocacional”.