La Prefectura Apostólica de Robe está
situada en Etiopía y su territorio abarca más de 100.000 kilómetros
cuadrados, lo que equivale a las regiones de Andalucía y Murcia juntas.
El prefecto es el misionero italiano Angelo Antolini y para abarcar tan
vasto territorio tiene a su disposición tan sólo cuatro sacerdotes y
seis religiosas. Es decir, cada sacerdote debería cubrir 25.000 kilómetros cuadrados, un territorio similar a Galicia.
Pero entre los más de tres millones de habitantes que habitan en esta región los católicos no llegan a mil,
pese a que el pasado año se bautizaron 69 personas. Aún así, esta joven
prefectura, creada por Benedicto XVI en 2012, tiene muchas esperanzas.
El padre Antolini tiene claro que para que pueda calar el Evangelio entre aquella gente primero tienen que tener una fe verdadera los que pretenden propagarla. En una profunda reflexión en la agencia Fides, este misionero habla sobre la llamada que se le realizó y sobre la misión encomendada.
Las preguntas a Dios
“¡Sabed que el Señor Dios es nuestro Padre! El Adviento de este año comenzó con esta palabra del profeta Isaías. Es la primera palabra del nuevo año litúrgico. No me había dado cuenta”, explica Antolini, Prefecto Apostólico de Robe. “En estos tiempos me pregunto: "Si Dios realmente es mi Padre, ¿por qué me dejo atrapar por el miedo, los problemas, las preocupaciones, el desaliento, la desconfianza o la tristeza? ¿Por qué?" La respuesta no es difícil: por falta de fe, porque realmente no creo que Dios sea mi Padre”, continúa el misionero.
El padre Antolini cuenta: “Hace tres semanas estaba en la fila para ingresar al Santo Sepulcro en Jerusalén. La guía, después de haber dado las explicaciones habituales, dijo: “Venid y rezad, aquí podéis pedir lo que queráis, no pidáis cosas pequeñas sino muy grandes”. En los diez minutos de espera en esa fila, entré en lo más profundo de mí mismo y el Espíritu Santo me sugirió una oración: ¡Pide solo la fe! Es lo que hice y puedo decirte que mi corazón se alegra por ello. La fe no es algo que se posee de una vez para siempre, sino que la vida es un acto continuo de fe. Con cada nueva tentación, -que me quiere hacer ver que Dios no me ama, que está lejos de mí, que no es mi Padre amoroso-, la Navidad me dice lo contrario, me asegura que Dios existe y que es Emmanuel: Dios con nosotros, Nuestro Padre”.
Con fe se puede sacar adelante la misión
El Prefecto Apostólico explica a la Agencia Fides cómo la conciencia de esta certeza determina su misión: “Con esta fe puedo continuar con alegría el desafío de la primera evangelización que me fue confiado hace seis años, cuando tomé las riendas de Iglesia de Cristo que camina en Robe”.
“Las tensiones políticas, la violencia y los abusos, la constante incertidumbre, la crisis económica, el hospital neuropsiquiátrico por completar... Son circunstancias que me obligan a llevar a cabo continuos actos de fe”, indica el misionero capuchino, recordando que cada obra misionera pertenece solo a Dios y que solo a Él se deben confiar”, agrega.
Y es que todavía hay enfrentamientos entre grupos étnicos en la región etíope de Oria y crece el temor a que la seguridad en el país empeore dado que además el servicio telefónico y de Internet quedó suspendido durante días.
La Prefectura de Robe tiene una superficie de 103,769 km2, una población de 3.566.035 habitantes, de los que 907 son católicos, hay 8 iglesias, 4 sacerdotes, cuenta con 69 bautizados durante el último año.
El padre Antolini tiene claro que para que pueda calar el Evangelio entre aquella gente primero tienen que tener una fe verdadera los que pretenden propagarla. En una profunda reflexión en la agencia Fides, este misionero habla sobre la llamada que se le realizó y sobre la misión encomendada.
Las preguntas a Dios
“¡Sabed que el Señor Dios es nuestro Padre! El Adviento de este año comenzó con esta palabra del profeta Isaías. Es la primera palabra del nuevo año litúrgico. No me había dado cuenta”, explica Antolini, Prefecto Apostólico de Robe. “En estos tiempos me pregunto: "Si Dios realmente es mi Padre, ¿por qué me dejo atrapar por el miedo, los problemas, las preocupaciones, el desaliento, la desconfianza o la tristeza? ¿Por qué?" La respuesta no es difícil: por falta de fe, porque realmente no creo que Dios sea mi Padre”, continúa el misionero.
El padre Antolini cuenta: “Hace tres semanas estaba en la fila para ingresar al Santo Sepulcro en Jerusalén. La guía, después de haber dado las explicaciones habituales, dijo: “Venid y rezad, aquí podéis pedir lo que queráis, no pidáis cosas pequeñas sino muy grandes”. En los diez minutos de espera en esa fila, entré en lo más profundo de mí mismo y el Espíritu Santo me sugirió una oración: ¡Pide solo la fe! Es lo que hice y puedo decirte que mi corazón se alegra por ello. La fe no es algo que se posee de una vez para siempre, sino que la vida es un acto continuo de fe. Con cada nueva tentación, -que me quiere hacer ver que Dios no me ama, que está lejos de mí, que no es mi Padre amoroso-, la Navidad me dice lo contrario, me asegura que Dios existe y que es Emmanuel: Dios con nosotros, Nuestro Padre”.
Con fe se puede sacar adelante la misión
El Prefecto Apostólico explica a la Agencia Fides cómo la conciencia de esta certeza determina su misión: “Con esta fe puedo continuar con alegría el desafío de la primera evangelización que me fue confiado hace seis años, cuando tomé las riendas de Iglesia de Cristo que camina en Robe”.
“Las tensiones políticas, la violencia y los abusos, la constante incertidumbre, la crisis económica, el hospital neuropsiquiátrico por completar... Son circunstancias que me obligan a llevar a cabo continuos actos de fe”, indica el misionero capuchino, recordando que cada obra misionera pertenece solo a Dios y que solo a Él se deben confiar”, agrega.
Y es que todavía hay enfrentamientos entre grupos étnicos en la región etíope de Oria y crece el temor a que la seguridad en el país empeore dado que además el servicio telefónico y de Internet quedó suspendido durante días.
La Prefectura de Robe tiene una superficie de 103,769 km2, una población de 3.566.035 habitantes, de los que 907 son católicos, hay 8 iglesias, 4 sacerdotes, cuenta con 69 bautizados durante el último año.
ReligiónenLibertad