San Pedro Canisio
Jesuita doctor de la Iglesia llamado el "segundo apóstol de Alemania"
San Pedro Canisio, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y doctor de la Iglesia, enviado a Alemania, se dedicó con ahínco a defender la fe católica y a confirmarla con la predicación y los escritos, entre los que sobresale el Catecismo, y encontró el reposo de sus trabajos en Friburgo, población de Suiza. († 1597)
Jesuita doctor de la Iglesia llamado el "segundo apóstol de Alemania"
San Pedro Canisio, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y doctor de la Iglesia, enviado a Alemania, se dedicó con ahínco a defender la fe católica y a confirmarla con la predicación y los escritos, entre los que sobresale el Catecismo, y encontró el reposo de sus trabajos en Friburgo, población de Suiza. († 1597)
San Pedro Kanijs nació en Nimega, Holanda, en 1521, y puede ser
definido como un hierrro colocado entre el yunque y el martillo, es
decir, blanco de la irritación que su clara predicación
suscitaba en los ambientes protestantes, y de la malevolencia que la
envidia le procuraba entre los mismos compañeros de religión.
Hijo del alcalde de Nimega, Pedro Kanijs, latinamente Canicius, tuvo
la posibilidad de frecuentar óptimas escuelas: derecho canónico en
Lovaina y derecho civil en Colonia.
En esta ciudad le gustaba pasar el tiempo libre en el
monasterio de los cartujos. Nadie sospechaba que el joven abogado, al
que el padre le habia garantizado apoyo en su profesión, llevara debajo
del vestido un cilicio.
La lectura del breve opúsculo de los Ejercicios Espirituales,
que hacía poco había escrito san Ignacio, determinó el cambio decisivo
de su vida: terminada la piadosa práctica en Maguncia bajo la dirección
del Padre Faber, entró en la compañia de Jesús y fue el octavo jesuita en profesar los votos solemnes.
En la joven congregación pudo cultivar sus estudios preferidos y su
amor por la erudición; a él se debe la publicación de las obras de san
Cirilo de Alejandria, san León Magno, san Jerónimo y Osio de Córdoba.
Vivió en pleno clima de reforma y contrarreforma. Tomó parte
activa en el concilio de Trento, como teológo del cardenal Truchsess y
consejero del Papa. Se distinguió por la profundidad de su cultura teológica, por su celo y actividad, pero también por el espíritu conciliador.
San Ignacio lo llamó a Italia, luego lo envió a Sicilia a fundar el
primero de los famosos colegios, después a Bolonia a enseñar teología,
para volverlo a enviar a Alemania, en donde durante
treinta años, como superior provincial, empleó sus mejores energias en
una época tan difícil marcada por la ruptura de la iglesia protestante.
Se lo llamó con razón "segundo apóstol de Alemania" (el primero fue san Bonifacio).
Como escritor no sólo se dedicó a las obras de erudición, sino
también y sobre todo a las catequéticas, adaptando la enseñanza a las
capacidades de pequeños y de grandes.
San Pio V le ofreció el cardenalato, pero Pedro Canisio le
pidió al Papa que lo dejara en su humilde servicio a la comunidad,
empleando el tiempo en la oración y en la penitencia. Murió en Friburgo (Suiza) el 21 de diciembre de 1597. En 1925 fue canonizado y declarado doctor de la Iglesia.
Aleteia