El Pontífice recuerda al Rey Salomón para indicar que la ciencia y la técnica son importantes en las universidades, pero también la empatía y la sensibilidad humana que tienen raíces en la sabiduría
“La sabiduría, entendida en términos bíblicos, nos
permite ir más allá de las realidades empíricas para descubrir el
significado último”, dijo el papa Francisco a la delegación de la
Universidad de Tel Aviv (Israel), este lunes 23 de octubre de 2017, en
el Palacio Apostólico del Vaticano.
“La actividad educativa, aunque a veces ardua, sigue siendo una de
las tareas más importantes y delicadas, ya que tiene como objetivo
formar a la persona en su totalidad”, sostuvo Francisco tras agradecer
al rector de la Universidad de Tel Aviv, Prof. Joseph Klafter por sus
palabras.
Para el Papa cumplir con la tarea educativa se necesita “grandes capacidades profesionales y técnicas, pero también empatía y sensibilidad humana, con el fin de estimular un diálogo sincero con los estudiantes”.
“En una palabra, la ciencia y la sabiduría deben caminar juntas”, aseguró.
El Papa habla de la sabiduría que van más allá de lo racional. “La
sabiduría, entendida en términos bíblicos, nos permite ir más allá de
las realidades empíricas para descubrir el significado último”.
En este caso, sostuvo que “la universidad está llamada a educar a una cultura de la sabiduría,
capaz de armonizar el enfoque técnico y científico con el humanista,
con la convicción de que la búsqueda de la verdad y la bondad es, en
última instancia, única”.
Francisco recuerda la narración bíblica para explicar que la
sabiduría es también una mezcla de empatía y la condición de saber
elegir entre el bien y el mal.
“Salomón, hijo de David, después de ascender al trono, se retiró a
orar en el templo de Gabón y se dirigió al Señor con estas palabras:
“Concede, pues, a tu siervo, siervo un corazón que entienda, para
juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal “(1 Reyes 3:
9)”.
Por ello indico: “Nuestro mundo necesita urgentemente desarrollar una cultura sapiencial”.
¿Cómo son los líderes o el liderazgo que necesitamos?
Francisco asegura que hace falta “construir liderazgos que marquen
caminos, buscando atender las necesidades de las generaciones actuales
incluyendo a todos, sin perjudicar a las generaciones futuras (cf. Enc.
Laudato Si’, 53)”.
Liderazgo basado en la sabiduría del pensar soluciones a largo plazo para el bien común de toda la humanidad.
Razón importante en esta “fase actual de evolución y desarrollo
global, marcada por crisis económicas y sociales y conflictos
generacionales”.
El Obispo de Roma aseguró que se necesita contribuir a crear desde la
Universidad “un nuevo liderazgo, atento a los grandes problemas éticos
que cuestionan nuestras sociedades y a la necesidad de proteger y
promover a los más vulnerables entre nuestros hermanos y hermanas”.
“Solo si se ponen al servicio del desarrollo humano integral, la
ciencia y las humanidades pueden expresar su plena dignidad”, aseguró.
La universidad de Tel Aviv ha sido inaugurada en 1930 por el alcalde
de la ciudad Meir Dizengoff. Se trata de la más grande institución de
estudios superiores de Israel con más de 30.000 estudiantes inscritos a 9
facultades, 29 escuelas y 98 departamentos, según informó esa
institución.
Aleteia