En la Archidiócesis de Santiago de Compostela tenemos el convento de
la Encarnación ubicado en la ciudad de Santiago y conocido por los
compostelanos como el convento de las “Madres”. Este monasterio fue
fundado en 1673 por el arzobispo compostelano D. Andrés Girón. Ahora en
2017 se cumplen cuatro siglos de la fundación de las Monjas Mercedarias
Descalzas.
El reformador de la Merced descalza fue, en el año 1603, fray Juan
Bautista del Santísimo Sacramento. Con la ayuda de la condesa de
Castellar, Doña Beatriz Ramírez de Mendoza, inicia la Descalcez
Mercedaria con la fundación de los conventos andaluces de El Viso del
Alcor y de la Almoraima.
Unos años más tarde, también algunas monjas, apoyadas por algunos
religiosos descalzos se suman a esta corriente reformadora. Tres
religiosas del convento de monjas mercedarias del Monasterio de la
Asunción de Sevilla se unen a la Descalcez y fundan un convento en el
año 1617, el día 8 de junio, en Lora del Río (Sevilla). Este fue el
inicio de la vida contemplativa mercedaria femenina, del que ahora
celebramos los cuatrocientos años.
A partir de ahí surgen otros monasterios: Fuentes de Andalucía,
Écija, Osuna, Marchena, San José de Sevilla, Arcos de la Frontera,
Miguelturra (Ciudad Real), Góngora (Madrid), Toro (Zamora) y Santiago de
Compostela. A lo largo del tiempo estos monasterios han sido lugares de
incesante oración por la libertad de los cautivos asociados a los
redentores mercedarios que arriesgaban su vida y se aventuraban por las
tierras del norte de África, bajo dominio musulmán, para rescatar a los
cristianos sometidos a la cautividad. Ellas desde la oración, como
Moisés con sus manos elevadas, empujaban espiritualmente la obra que los
religiosos ejecutaban en nombre de la Iglesia.
Pues bien, hace ahora cuatrocientos años del feliz comienzo de la
Descalcez Mercedaria femenina, una experiencia de Dios muy fuerte en la
Iglesia que hoy valoramos y agradecemos. ¡Cuántas hermanas se han
santificado por este camino de oración y entrega!
En los últimos tiempos, por eso de que el Espíritu sopla cuando
quiere y donde quiere, se han producido nuevas fundaciones de
mercedarias descalzas en la India y en Kenia.
Damos gracias a Dios por esta inmensa riqueza que ha supuesto la
Descalcez mercedaria en el conjunto de la Orden de la Merced y de toda
la Iglesia. ¡Mucha santidad!
¡Feliz cuatrocientos aniversario, Madres Mercedarias Descalzas!
Archicompostela