Que en este país golpeado por la violencia sea recibido como amigo y
mensajero de paz. Protégelo y acompáñalo en todo momento. Que su visita
fortalezca a todos los cristianos de Oriente Medio e impulse el diálogo
interreligioso y el ecumenismo con la Iglesia copto-ortodoxa. Que pueda
llevar tu amor y misericordia a todos los habitantes de esa región. Que
pueda contribuir con sus gestos, palabras y acciones, a construir
puentes de paz, de diálogo, de fraternidad, de justicia y de humanidad.
Te pido que esta visita a la cuna de la civilización, tierra de sol y
hospitalidad donde vivieron patriarcas y profetas y que acogió a la
Sagrada Familia huyendo de Herodes, llene también su corazón de
esperanza y alegría y le impulse a seguir guiando a la Iglesia católica
bajo la inspiración del Espíritu Santo. Amén.
Aleteia