Hay grupos políticos e ideológicos del sur de Europa que proponen una Europa laica, mejor dicho laicista, que ignore el hecho religioso y considere la religión como un asunto privado, sin manifestaciones públicas. Esto, hoy por hoy, no parece conformarse con la realidad institucional europea, como el Tratado de Lisboa. 
De los 28 estados que componen la Unión Europea, según sus constituciones y sus leyes sobre la religión, 6 son confesionales, 21 aconfesionales y uno laico o laicista, Francia. Conformar la relación entre Unión Europea como el no reconocimiento de la religión a nivel oficial, al estilo francés, no encaja con una visión aconfesional de 21 estados, es decir la separación entre el Estado y la Iglesia, estableciendo vínculos de cooperación con las iglesias, ni con la existencia de seis estados confesionales.
 
Tampoco sería posible ateniendo a los tratados constitutivos de la Unión Europea portadores del respeto a las personas, a su libertad de conciencia, a su libertad ideológica, ya sea en el ámbito filosófico (marxismo, ateísmo práctico) como en el ámbito religioso, que se puede practicar públicamente.

Europa no es una balsa de aceite, pues hay luchas ideológicas. Por ejemplo, en los países ex comunistas, que pertenecían al bloque de la Unión Soviética, reconocen en la letra toda la paridad posible entre ateísmo y religión, pero en la práctica no fomentan la libertad “filosófica”, tras haber vivido medio siglo bajo el yugo del comunismo que luchaba, con  todo el aparto del Estado, para que esta desapareciera de la mentalidad religiosa, al considerarla nociva para los ciudadanos. No quieren volver atrás. De hecho, en Europa, cada Estado es consecuente con su historia.

Lo importante es que en Europa se reconozca la libertad de una persona de poder cambiar de religión o de creencia filosófica.

A  continuación dividimos los estados europeos con respecto a la religión en tres categorías:
1.- Los estados confesionales (6). –los que tienen una religión de Estado protegida por el poder público- que en Europa son seis:
a) Gran Bretaña (el Bréxit todavía no se ha consumado), cuya religión de Estado es el anglicanismo en que el Rey o Reina de Inglaterra es el jefe de esta Iglesia y tiene la potestad de nombrar obispos y el estado protege a la Iglesia anglicana;
b) Los países nórdicos: Suecia, Dinamarca y Finlandia son luteranos. Aunque Suecia ha abandonado legalmente la confesionalidad luterana este año 2017, mantiene los privilegios de esta confesión cristiana dentro del país. Dinamarca es un estado protestante luterano Evangélico, donde el Rey ha de profesar esa religión, lo mismo que en Suecia, y en Finlandia también la Iglesia oficial es la luterana, aunque todos reconocen a las demás.

c) Grecia es ortodoxa, aunque la Constitución contemple la separación Iglesia-Estado, en realidad el Estado solo protege a la Iglesia ortodoxa. En Grecia queda prohibido el proselitismo y la objeción de conciencia, cuando no rige así en ningún estado europeo.

d) Malta es católica, si bien reconociendo la libertad religiosa y de culto para todos.

2.- Los estados aconfesionales (21).- Son los que tienen una separación entre las iglesias o confesiones y los estados, pero el Estado –en distintas formas y grados– reconoce y protege a las religiones, mantiene relaciones con ellas y llega a pactos distintos que van desde la enseñanza de la religión, hasta la asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas y a las cárceles, la financiación, etc. Los estados reconocen la libertad religiosa de modo que la religión tiene una vida pública y privada sin cortapisas.

a) 20 estados. Estos son los casos de Alemania (que aunque se declara “laico” ayuda a todas las religiones), Italia, España y Portugal (países que fueron confesionales católicos y se nota una mayor presencia y apoyo a la Iglesia Católica; Irlanda (apoya a las dos confesiones principales, católica y protestante), Holanda, Bélgica y Luxemburgo, con régimen de separación pero favoreciendo más a los protestantes (Holanda) o a los católicos (Bélgica y Luxemburgo), Austria y los países ex comunistas: Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia  Croacia, Bulgaria y Rumanía, donde a excepción de los dos últimos en los que la Iglesia predominante es la ortodoxa, en los demás es la Iglesia Católica. Cada Estado tiene sus propias relaciones con las iglesias cristianas con matices más o menos acentuados en relación a una mayor y menor colaboración, en función de su realidad histórica

b) El caso de Chipre es distinto, porque la isla está dividida en dos partes, la griega y la turca, y lo mismo pasa con la religión: los griegos son ortodoxos y los turcos musulmanes.
3.- Países laicos completamente (1).- El único país completamente laico es Francia, por las circunstancias históricas ocurridas en ese país a primeros del siglo XX donde la separación entre las iglesias y el Estado es radical, según la Constitución francesa. Francis no reconoce a ninguna religión, aunque se puede profesar en privado y en los templos.

Sin embargo, la radicalidad de la separación en Francia se ha venido atenuando, y fue el papa Benedicto XVI, en viaje oficial a Francia siendo presidente Nicolás Sarkozi, cuando el pontífice introdujo una vía dulcificada al hablar de la laicidad del Estado, según la cual el Estado, aun manteniéndose al margen de todo hecho religioso, reconoce que la religión forma parte de la sociedad y es un bien para los ciudadanos que la practican. 

Doctrina de la Iglesia
La doctrina de la Iglesia católica sobre la relaciones Iglesia-Estado, está recogida en la Constitución Pastoral del Concilio, Gaudium et Spes (n. 76), que señala que la Iglesia y el Estado, cada uno en un orden distinto, uno espiritual y otro material, se ocupan del bien de los ciudadanos, y por ello aunque separados deben mantener una “sana cooperación” pues los dos buscan el bien del hombre.

La historia de Europa se ha forjado a partir del Derecho Romano, la filosofía griega y la religión cristiana, y la presencia histórica (y actual también) del cristianismo es alta. También han estado y están presentes el judaísmo y el islamismo, pero en mucho menor grado. Y en la filosofía con praxis política, también el marxismo, expresión del ateísmo considerado como un sistema, que excluye cualquier religión por ser nociva al pueblo.
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