“Yo y mis colaboradores ya conocíamos el contenido de los documentos que han sido filtrados, y ya estamos tomando medidas, muchas de ellas visibles”. Con estas palabras, el Papa Francisco quiso tranquilizar a los fieles de todo el mundo presentes hoy en la Plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus.
Un gesto importante de claridad del Papa, quien afirmó que los documentos robados y filtrados los había encargado él mismo, como parte de la labor de reforma de la curia romana que lleva adelante desde el primer minuto de su pontificado. “Yo mismo había pedido hacer ese estudio, y esos documentos ya los conocíamos bien mis colaboradores y yo”.
Un gesto importante de claridad del Papa, quien afirmó que los documentos robados y filtrados los había encargado él mismo, como parte de la labor de reforma de la curia romana que lleva adelante desde el primer minuto de su pontificado. “Yo mismo había pedido hacer ese estudio, y esos documentos ya los conocíamos bien mis colaboradores y yo”.
El Papa definió la filtración de documentos supuestamente realizada por el prelado español Vallejo y la laica italiana Chaouqui como un “acto deplorable”, un “delito” que “no ayuda” a la Iglesia.
Ante la “turbación” generada por lo ocurrido, el Papa tomó la situación en primera persona: “Quiero deciros ante todo que hacer salir esos documentos ha sido un error”, pero que lo ocurrido “no me aparta ciertamente de la obra de reforma que estamos llevando adelante mis colaboradores y yo, con el apoyo de todos vosotros”.
La verdadera reforma de la Iglesia, añadió el Papa, se hace “con la oración y con la santidad cotidiana de cada bautizado”. “No os dejéis turbar por lo ocurrido, sino seguid adelante con confianza y esperanza”.
Aleteia