Caminando hacia la Meta más alta… ¡No! No es que se nos haya colado una mayúscula por el medio sin que nos diésemos cuenta… Es que durante estos días, los alumnos internos de nuestro Seminario Menor nos hemos puesto en camino hacia Aquel que es nuestra Meta (y nuestro Origen, y nuestro Camino…).

Aprovechando estos días festivos, y tras las primeras notas de esta evaluación (el primer informe, como lo llamamos), nos hemos puesto en camino para ahondar, desde el ejemplo y la vocación de Moisés, en la llamada que Dios nos hace a cada uno. Llamada que, como hemos visto, es única y particular para cada uno de nosotros, pero que es llamada en todos los casos a una vida feliz y en plenitud.

Para ello, el lugar escogido ha sido los Picos de Europa, a los pies de uno de los grandes santuarios marianos de España, el de Covadonga. Allí, a los pies de la Santina, hemos tenido un tiempo suficiente de reflexión y oración para ahondar en nuestra propia interioridad, compartir lo que nos preocupa y escuchar la Palabra de Dios.

La primera parada la hicimos en el Seminario de Santa Catalina de Mondoñedo, donde pasamos la primera noche. Se trataba de una simple parada técnica, pero que, no obstante, nos sirvió para recordar a tantos jóvenes que, como nosotros, se formaron en este Seminario y dieron tantos frutos en la Iglesia y en la sociedad gallega.

Sobre la 1 del mediodía llegábamos al santuario de Ntra. Sra. de Covadonga. En la Casa de Ejercicios nos acogía una joven comunidad de Hijas de Santa María del Sagrado Corazón de Jesús, que durante estos días cuidaron de nosotros no sólo en los temas de comida y alojamiento, sino también desde su propio testimonio de vida.

La dinámica de las distintas jornadas fue muy similar. Las rutas de senderismo por estos impresionantes parajes naturales fueron la excusa para leer, caminar y meditar en silencio la llamada que Dios hizo a Moisés para guiar a su pueblo hacia la liberación. Fue algo que lo obligó a salir de sus comodidades, a tener que renunciar a muchas cosas, a aprender de sus errores, a reconocer y valorar una serie de realidades a las que, hasta el momento, a penas daba importancia, pero que lo fueron preparando para la misión que Dios le tenía preparada.

Muestra de estas caminatas son algunas de las instantáneas que podemos ver en la galería del blog del Seminario, junto a otros momentos importantes. Algunos de ellos también los podemos ver en las fotos; otros no: La celebración Eucarística en la Santa Cueva, el rezo de la liturgia en la Basílica, la oración del Rosario en la Colegiata, los momentos de confesiones o de Exposición del Santísimo, la visita a los museos, el encuentro con el Abad…

La convivencia terminaba con la visita, ya de regreso, de la ciudad de Lugo, la ciudad del Sacramento. Allí fuimos acogidos por su obispo, d. Alfonso, que diligentemente lo preparó todo para que pudiéramos conocer, de primera mano, la Catedral (recientemente declarada, junto con la de Mondoñedo, patrimonio de la humanidad), el palacio episcopal, la muralla y, también hay que decirlo, lo bien que se come en dicha ciudad.

Fueron unos días intensos pero muy hermosos. Ahora toca aposentar todo lo recibido y concretarlo en la vida ordinaria, la más complicada pero, al fin y al cabo, la más real.

Santi Romero
Formador del Seminario Menor

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