“Para Dios, el matrimonio no es una utopía de adolescente, sino un sueño sin el cual su creatura estará destinada a la soledad. En efecto el miedo de unirse a este proyecto paraliza el corazón humano”, dijo el Papa Francisco en la Misa de apertura del Sínodo sobre la familia este domingo 04 de octubre de 2015.

¿Se puede repudiar la propia mujer? Le preguntaron a Jesús de Nazaret sus adversarios para ponerlo en jaque y saber si apoyaba el divorcio. Un dilema símil se presenta hoy a la Iglesia católica del segundo milenio, entre otros.

El Papa es consciente de ello: Una Iglesia que enseña y defiende los valores fundamentales, sin olvidar que «el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado» (Mc 2,27); y que Jesús también dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.

Así, el Papa centró la homilía bajo tres aspectos: “El drama de la soledad, el amor entre el hombre y la mujer, y la familia”.

En la Basílica de San Pedro, el Pontífice ha concelebrado junto a 270 padres sinodales, que mañana iniciarán los debates y las reflexiones sobre el tema: La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo.

El Sínodo del Papa Francisco para ayudar a familias y sociedad en crisis:

El Papa llamó a una Iglesia hospital de campo y volcada a la misericordia porque expresó que Jesús no vino a llamar justos, sino pecadores (Mc 2,17). “Una Iglesia que educa al amor autentico, capaz de alejar de la soledad, sin olvidar su misión de buen samaritano de la humanidad herida”, señaló.

“En este contexto social y matrimonial bastante difícil, la Iglesia está llamada a vivir su misión en la fidelidad, en la verdad y en la caridad”, indicó el Papa.

Vive su misión en la fidelidad a su Maestro. Es decir, “defender el amor fiel” y “animar” las familias y sus matrimonios, donde se manifiesta el amor divino. El énfasis del Papa es la defensa de la “sacralidad de la vida”; “la unidad y la indisolubilidad del vinculo conyugal”.

Vivir su misión en la verdad que no cambia según las modas pasajeras o las opiniones dominantes. Verdad para proteger a la humanidad de “autoreferencialidad y de transformar el amor fecundo en egoísmo estéril, la unión fiel en vinculo temporal”. «Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo”, dijo citando a Benedicto XVI (Enc. Caritas in veritate, 3).

Vivir su misión en la caridad. Una caridad que no juzga a los demás, sino que busca y cura “a las parejas heridas con el aceite de la acogida y de la misericordia”. El llamado es a “ser «hospital de campo», con las puertas abiertas para acoger a quien llama pidiendo ayuda y apoyo; de salir del propio recinto hacia los demás con amor verdadero, para caminar con la humanidad herida, para incluirla y conducirla a la fuente de la salvación”, expresó.

La misericordia abraza el dolor

Por último recordó a san Juan Pablo II cuando decía: “el hombre que cae o se equivoca debe ser comprendido y amado […]. Y la Iglesia debe buscarlo, acogerlo y acompañarlo, porque una Iglesia con las puertas cerradas se traiciona a sí misma y a su misión, y en vez de ser puente se convierte en barrera.

Con este espíritu, le pedimos al Señor que nos acompañe en el Sínodo y que guíe a su Iglesia a través de la intercesión de la Santísima Virgen María y de San José, su castísimo esposo.

Aleteia

    Web oficial de San Juan de Ávila

    Sobre San Juan de Ávila