Rubén Moreira Pequeño y Damián Vidal Bouzas, seminaristas del Seminario Mayor de Santiago, acaban de regresar de Covadonga, lugar en el que participaron en un campo de trabajo desde el día 6 al 20 de julio. Formaron parte del voluntariado del Santuario de Covadonga, integrado en total por diez jóvenes, entre los que se encontraban seminaristas de otras partes de España, como por ejemplo Sevilla. Su labor era la acogida de peregrinos y el mantenimiento del orden, pendientes de que se cumplieran las normas establecidas para la visita al santuario y a la cueva de la Virgen.

Las jornadas se iniciaban con oración y celebración de la Eucaristía. Por las tardes se rezaban vísperas. A lo largo de todos esos días, tal y como explica Damián Vidal Bouzas, “tuvimos tiempo para todo, de hecho, recuerdo que hubo un día en el que decidimos hacer montañismo y subimos a uno de los montes que rodean Covadonga, concretamente, subimos al monte Priena y una vez en la cima celebramos allí la eucaristía”

“Hubo otro día, en el que subimos a los lagos de Covadonga, visitamos también cangas de Onís y Ribadesella (el pueblo donde nació nuestra reina Doña Leticia). Por cierto, dormíamos en una casa que era propiedad del cabildo y el desayuno, la comida y la cena la teníamos en la casa de Ejercicios Espirituales de Covadonga que actualmente es llevada por unas monjas que pertenecen a la congregación Hijas de Santa María del Corazón de Jesús”, recuerda el seminarista compostelano. “Fue una experiencia sumamente enriquecedora, sobre todo por la relación que establecimos con la gente y también por todo lo compartido a nivel personal con nuestros compañeros”, explica Damián Vidal Bouzas.
Secciones:

    Web oficial de San Juan de Ávila

    Sobre San Juan de Ávila