
En estas circunstancias, hay que señalar que sin libertad de expresión, el mundo está en peligro: es imperativo “oponerse al odio y a todas las formas de violencia que destruyen la vida humana, violan la dignidad de las personas, socavan radicalmente el bien fundamental de la convivencia pacífica entre las personas y los pueblos, más allá de las diferencias de nacionalidad, de religión y de cultura”.
Los líderes religiosos están llamados a fomentar aún más la “cultura de la paz y la esperanza”, capaz de superar el miedo y de tender puentes entre las personas.
Teniendo en cuenta el impacto de los medios de comunicación, invitan a sus responsables a proporcionar una información respetuosa de las religiones, de sus seguidores y sus prácticas, promoviendo así una cultura de encuentro.
El diálogo interreligioso sigue siendo el único camino que recorrer juntos para disipar los prejuicios”.
Firman el comunicado, el cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el obispo Michel Dubost de Evry-Corbeil et Essonnes,Presidente del Consejo Episcopal francés para las Relaciones Interreligiosas, los Imanes Tareq Oubrou, Azzedine Cami, Mohammed Moussaoui, Djelloul Seddiki y el Padre Roucou, Director del Servicio nacional para las Relaciones con el Islam (Francia).