En pocos meses, los yihadistas han borrado siglos de presencia cristiana en algunos puntos de Iraq. El sacerdote caldeo Rebwar Basa ha sido testigo de ello en una reciente visita a su familia que vive en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.
P. REBWAR BASA
Orden Antoniana de San Ormiza de los caldeos
"Cuando llegué y salí del aeropuerto vi a mucha gente, muchísima. Muchos iraquíes estaban durmiendo fuera sin nada”.
El Kurdistán es una región autónoma dentro de Iraq que se ha convertido en el refugio de miles de cristianos. Huyen de los radicales del Estado Islámico. El padre Basa recuerda que la presencia cristiana en Iraq es milenaria y que incluso conservan la lengua que hablaba Jesús.
P. REBWAR BASA
Orden Antoniana de San Ormiza de los caldeos
"Cuando llegué y salí del aeropuerto vi a mucha gente, muchísima. Muchos iraquíes estaban durmiendo fuera sin nada”.
El Kurdistán es una región autónoma dentro de Iraq que se ha convertido en el refugio de miles de cristianos. Huyen de los radicales del Estado Islámico. El padre Basa recuerda que la presencia cristiana en Iraq es milenaria y que incluso conservan la lengua que hablaba Jesús.
P. REBWAR BASA
Orden Antoniana de San Ormiza de los caldeos
"La lengua materna de los cristianos iraquíes es el arameo. Es muy triste que algún día no haya nadie que hable más esta antigua lengua”.
El padre Basa estudia en Roma pero antes vivió durante una década en Mosul. En esta ocasión no ha podido visitar la ciudad porque era muy peligroso. El monasterio donde vivió, ahora está abandonado.
Como muchas familias cristianas, también los religiosos han tenido que huir. Para el padre Basa, esta persecución contra los cristianos pasará factura al futuro de Iraq.
P. REBWAR BASA
Orden Antoniana de San Ormiza de los caldeos
"Estudié Filosofía y Teología en Bagdad y éramos más de 70 estudiantes. Ahora, en total, serán 20 o 25 seminaristas. Y quién sabe si en el futuro serán menos”.
Con el estallido de la guerra en 2003, los iraquíes comenzaron a huir. Muchos fueron a otros países o al Kurdistán. La Iglesia caldea también escapó de la violencia.
El seminario se trasladó de Bagdad a Erbil. Cerca de allí se celebró en junio el Sínodo de los obispos caldeos. El sacerdote opina que los cristianos tienen derecho a vivir en todo Iraq y no sólo en el Kurdistán. Por eso, hace un llamamiento a todos los cristianos del mundo.
P. REBWAR BASA
Orden Antoniana de San Ormiza de los caldeos
"Es nuestra responsabilidad ayudarles y ayudarnos a nosotros mismos. Porque si queremos conservar nuestra fe, debemos tener en cuenta a esta parte del mundo y ayudarles".
El padre Basa cree que la desaparición de los cristianos en Iraq hará mucho daño al país, especialmente después de lo que han aportado durante siglos. Dice además que los católicos caldeos tienen no sólo la responsabilidad de defender su fe sino también de defender su país.