"Bienvenido”.

El Papa Francisco regresó a Caserta, menos de 48 horas después de su primera visita, esta vez para reunirse en privado con su amigo el pastor evangélico Giovanni Traettino.

Pero por lo que se ve, no era el único que estaba entusiasmado con el encuentro. Decenas de personas de la Iglesia Pentecostal de la Reconciliación no escondieron su alegría.

Durante la visita privada al templo, Giovanni Traettino invitó al Papa a rezar juntos el Padre Nuestro. 

Después, tras una breve canción, el Papa les habló. Comentó el primer mandamiento que Dios dio a Abraham: que fuera caminando en presencia de Él.

PAPA FRANCISCO
"No concibo un cristiano que esté parado, un cristiano que no camine. No lo entiendo. Un cristiano debe caminar”.

Después de las palabras del Papa todos juntos volvieron a recitar el Padre Nuestro. Francisco almorzó con todo el grupo antes de despedirse. Mucho más que una visita a un viejo amigo.


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