Con más de 20.000 comunidades en todo el mundo, en las que realizan su itinerario de redescubrimiento del bautismo más de un millón de fieles, el Camino Neocatecumenal es, hoy por hoy, uno de los frutos más ricos del Concilio Vaticano II. Su iniciador, el laico Kiko Argüello, habla para diocesismalaga.es

–¿Se va a repetir este año la gran misión popular por 10.000 plazas de todo el mundo?

Ya están en marcha. Los hermanos del Camino son unos jabatos. Esto es un follón, pero no importa. Hay que morirse ¿no? Y pronto. Hay que ir al cielo porque morirse es mejor que vivir. Morir es ir con Cristo, dice San Pablo. Eso es verdad, pero también hay que anunciar el Evangelio sin parar. Espero que Dios me dé fuerzas.

–Usted es consultor de la Santa Sede en los Pontificios Consejos para los Laicos y para la Nueva Evangelización. ¿Cómo llevar la Nueva Evangelización a la pastoral concreta de las parroquias?

–Hay que moverse. Este Papa es providencial. Hay que salir, salir de la parroquia e ir a la periferia. Nos dice: no os quedéis ahí, alquilad un garaje, mandad a los laicos a predicar, moveos. Hay que salir a buscar a la gente. Es fantástico. El Papa se da cuenta de que si no, no es posible. En algunas partes, la Iglesia está como sentada, con misas y misas, pero no basta cuando hay millones de personas que han dejado la Iglesia y están por ahí. Encontrarse con Jesucristo es una maravilla. Quien no tiene deseo de evangelizar es porque no sabe lo que es el cristianismo. Si lo supiera saldría corriendo a anunciar a Jesucristo.

–El Camino Neocatecumenal nació en un poblado de chabolas hace ya más de 50 años. ¿Por qué da más gracias a Dios?

–¡Por todo! Por la vida que me da, porque es bueno conmigo, porque es misericordioso, porque me soporta con paciencia y porque hace con nosotros milagros, milagros y milagros. Tengo que dar constantemente gracias porque es buenísimo, buenísimo. No nos juzga nunca y siempre nos ayuda. A veces me angustio porque tengo constantemente amenazas, constantemente engaños, calumnias… El demonio no para de atacarme porque, claro, estoy aquí intentando trabajar para el Reino de Dios. Pero el Señor siempre me ayuda. Le escribí hace unas semanas al Papa y me ha mandado una carta de apoyo donde me decía: “¡Ánimo, Kiko, que yo estoy contigo!” El otro día fueron a verlo unos curas y el Papa les dijo: “Ah, ¿tú eres del Camino Neocatecumenal? Pues dile a Kiko que no sufra que yo le ayudo”.

–¿Qué papel tiene María en el Camino Neocatecumenal?

–María es la que ha inspirado todo. Es Ella la que nos ha dicho: “Hay que hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret”. Es lo que estamos haciendo. Sociológicamente es una cosa inmensa que vivamos la fe en una comunidad. Es maravilloso. Cristo ha dicho “amaos”. Necesitamos hacer comunidades porque, si no, ¿A quién vamos a querer? ¿A tu mujer y nada más? ¿A tus compañeros de trabajo? No, no, ha dicho ¡Amaos! San Pablo dice que hay que amar fundamentalmente a los hermanos en la fe. Amaos para que viendo vuestro amor se convierta el mundo.

–La familia numerosa también es una aportación del Camino Neocatecumenal a la Iglesia y al mundo…

–Hay familias muy contentas de tener 10 hijos. El mundo no se entera. Si la gente supiera… Tener dos es muy difícil porque te ligas a ellos y si uno tose ya te pones nervioso. Tener tres, para el pensamiento general, es insoportable. Tener cinco comienza a ser más fácil. A partir del séptimo, es una bendición. Ayudan en casa, etc. Es toda una experiencia.

–¿Conoce la diócesis de Málaga?

–Conozco mucho a la familia de itinerantes de la diócesis: Rafael y Paloma que son fantásticos. Están muy agradecidos al Señor, porque es un matrimonio que estuvo en crisis y que no quería tener hijos pero ahora tienen 19. ¡Viva Málaga! Algunos veranos los pasé allí porque los hermanos de Carmen Hernández (iniciadora también del Camino Neocatecumenal) tienen ahí casa y nos invitaban. ¡Málaga es maravillosa!

200 jóvenes y 100 familias para Evangelizar Asia

Alrededor de 1.800 miembros del Camino Neocatecumenal de Málaga y Melilla participaron el 1 de mayo en un encuentro que tuvo lugar en la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules. El evento congregó a más de 15.000 personas de Andalucía, Extremadura, sur de Portugal y Canarias, y contó con la presencia de dos de los responsables internacionales del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello y el P. Mario Pezzi. En el transcurso del encuentro, cuyo objetivo era el de promover vocaciones que ayuden a la evangelización del continente asiático, se pusieron a disposición de la Iglesia para esta misión alrededor de 200 jóvenes y 100 familias –numerosas en su mayoría–. Este ha sido el primero de una serie de encuentros vocacionales. Como indicó el propio Argüello: «Después nos vamos a Santiago de Compostela, Varsovia y Valencia. Y después a Asia: Filipinas, Japón y Corea».
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