El Señor me aconseja, el Señor me habla en mi interior. Este es otro don del Espíritu, el don de consejo. Sabemos cuánto es importante en los momentos más delicados poder contar con sugerencias de personas sabias y que nos quieren bien. Ahora se trata de Dios mismo que a través del don de consejo, con su espíritu ilumina nuestro corazón a fin de hacernos comprender el modo justo de hablar, de comportarse y el camino a seguir, explicó el Obispo de Roma, este miércoles 7 de mayo, en su catequesis sobre el don del Espíritu, ante una plaza de san Pedro desbordada de fieles y peregrinos.

El Papa expresó que debemos preguntarnos ¿cómo actúa concretamente este don dentro de nosotros? El Espíritu nos lleva a conformarnos cada vez más con Jesús, como modelo de nuestro obrar y de nuestra relación con Dios y los hermanos, para que en nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones no nos dejemos llevar del egoísmo o de nuestro modo de ver las cosas, sino del querer de Dios –afirmó el Sucesor de Pedro.

El Vicario de Cristo dijo que “esta sintonía profunda con el Señor madura en la intimidad con el Señor y nos lleva a preguntarnos constantemente: ¿Qué es lo que el Señor desea? ¿Cuál es su voluntad? ¿Qué es lo que a él le gusta? Dios nos habla también a través de la voz y el testimonio de fe de los hermanos, que nos ayudan a ver más claro y a reconocer la voluntad del Señor.

Síntesis la catequesis del Papa Francisco

Hoy consideramos el don de Consejo. Éste es el don con el que el Espíritu Santo nos ayuda a tomar decisiones en nuestra vida concreta, siguiendo la lógica de Jesús y su Evangelio. Ilumina nuestro corazón y nos hace más sensibles a la voz del Espíritu, para que en nuestros pensamientos, sentimientos e intenciones no nos dejemos llevar del egoísmo o de nuestro modo de ver las cosas, sino de lo que Dios quiere.

Al mismo tiempo, nos lleva a conformarnos cada vez más con Jesús, como modelo de nuestro obrar. ¿Qué podemos hacer para ser más dóciles a este don de Consejo? La condición esencial es la oración. Gracias a la intimidad con Dios y a la escucha de su Palabra va madurando en nosotros una sintonía con el Señor, que nos lleva a preguntarnos constantemente: ¿Qué es lo que el Señor desea? ¿Qué es lo que a él le gusta? ¿Cuál es su voluntad?

Por otra parte, el don de consejo, como los demás dones, constituye un tesoro para toda la comunidad cristiana.

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, México, Guatemala, Colombia, Perú, Uruguay, Venezuela, Argentina y otros países latinoamericanos. Que la intercesión de la Virgen María, en este mes de mayo, nos ayude a vivir nuestra vida cristiana con más docilidad a la voz y al amor del Espíritu Santo. Muchas gracias, que Dios los bendiga y la Virgen los cuide.
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