“También nosotros debemos dar la vida por los hermanos” (1 Jn 3, 16)
"El cristiano ha de acercarse siempre a la humanidad dolorida, siguiendo la enseñanza del Evangelio: “Estuve enfermo y me visitasteis” (Mt 25,35). Es una invitación a caminar desde Cristo y este compromiso conlleva continuar a través de nuestra peregrinación terrena una tradición de caridad que ha tenido muchísimas manifestaciones para dar otras tantas respuestas a las necesidades humanas que interpelan siempre la sensibilidad cristiana. Estamos bordeando constantemente la realidad del misterio en nuestra vida. Nos inquieta y nos hacen pensar el dolor y el sufrimiento en el mundo. Mirando a nuestro alrededor percibimos que no es poco, preguntándonos el por qué". (D. Julian Barrio. De la Carta en la Jornada del enfermo 2014)
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