Cáritas parroquial de Moraña mantiene la atención primaria de unas 16
familias. El coronavirus no ha detenido su labor. La acogida que se
brinda a las personas en situación de riesgo se traduce en un
acompañamiento muy cercano y en la preocupación por sus circunstancias
actuales en tiempo de pandemia. Precisamente, el estado de alarma ha
cortado la vida laboral de varias familias de la zona. Algunas ya han
solicitado amparo de Cáritas y de otras instituciones. Se prevé un
aumento durante los días venideros. Será necesario reforzar la cesta de
la compra, las medicinas, la electricidad, el asesoramiento fiscal, etc.
de unos cuantos núcleos familiares; tareas que ya se venían llevando a
cabo en los diversos encuentros semanales con los usuarios. Se planea
el retomar con ímpetu renovado los cursos de formación para desempleados
que se han detenido por el aislamiento domiciliario. Sólo con la
capacitación laboral de este tipo se pueden incrementar las
posibilidades de encontrar trabajo. Cáritas parroquial de Moraña
constituye una referencia solidaria en toda la comarca.
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