Hoy, fiesta de San José Obrero, se celebró la séptima edición del ya
tradicional Encuentro Diocesano de Niños. Se trata de una cita que el
arzobispo, monseñor Julián Barrio, mantiene con numerosos chicos y
chicas entre tercero y sexto de Primaria, acompañados de sus
catequistas, párrocos, profesores o padres. El encuentro se inició en el
Seminario de Belvís a las 11:00 horas con un primer saludo del rector
del Seminario Menor, Manuel Ferreiro, y una intervención de monseñor
Barrio en la que animó a los niños y niñas a participar en todas las
actividades y talleres previstos desde la organización de la jornada por
parte de la Delegación de Infancia y Juventud de nuestra diócesis, bajo
el lema «Atrévete a ser santo».
Los más de cuatrocientos cincuenta niños que se habían inscrito para
participar tuvieron la oportunidad de elegir trabajar en 14 talleres
sobre distintos santos (San Juan Pablo II, Santa Teresa de Calcuta, San
Juan Bosco, Santa Teresita, los pastorcitos de Fátima, por ejemplo),
viendo cómo la diversidad de gracias y dones que hacen posible la
santidad son un ejemplo para nuestras vidas.
El almuerzo tuvo lugar en los locales del Seminario Menor y congregó a
los chicos y chicas y sus acompañantes, sumando unas quinientas
personas. A su término, y antes de la Eucaristía, los niños y niñas
disfrutaron de una gymkana de juegos hasta el traslado a la Iglesia de
San Francisco. Allí, los estandartes de cada uno de los talleres, con la
imagen de los catorce santos, fueron un elemento destacado en la
procesión de inicio de la celebración litúrgica.
En su homilía, el arzobispo invitó a los chicos y chicas a buscar la
alegría de la santidad, buscando no solo el cumplimiento de los
mandamientos, sino el seguimiento de Jesús, como su mejor amigo.
Concelebraron con el arzobispo, el obispo auxiliar, monseñor Jesús
Fernández, y numerosos sacerdotes. Mientras, en los confesonarios muchos
de los asistentes se acercaban a recibir el sacramento de la
reconciliación.
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