El arzobispo, monseñor Julián Barrio, presidió esta tarde la
Eucaristía que precedió a la solemne clausura del curso académico en el
Instituto Superior Compostelano de Ciencias Religiosas (ISCCR) y en el
Instituto Teológico Compostelano (ITC). La misa tuvo lugar en la capilla
del Seminario Mayor y el acto de fin de curso en el Salón de Actos del
ITC.
En la homilía de la Eucaristía, el arzobispo reflexionó sobre el
significado de la Ascensión del Señor y el envío del Espíritu Santo.
«Jesús anuncia», dijo, » que cumplida su etapa, y tras la vuelta al
Padre, llega la etapa del Espíritu que va a llevar a cabo su obra».
Monseñor Barrio indicó que el Espíritu es «testigo consolador» en la
Iglesia, a la que mantendrá «en su testimonio auténtico ante el mundo».
Añadió, además, que » el misterio de Cristo solo pidremos vivirlo
conscientemente bajo la acción sobrenatural e iluminadora del Espíritu
Santo».
El arzobispo indicó que «nuestra vida necesita de una definición
clara y de una postura sin componendas», que solo se logrará dando
espacio a la acción del Espíritu.
El acto académico finalizó con la entrega de becas y diplomas a los
alumnos que acababan sus estudios y con una intervención del arzobispo.
Monseñor Barrio se mostró muy satisfecho con la actividad del ITC y del
ISCCR, felicitó a los alumnos que se titulaban, se mostró orgulloso del
profesorado y dijo que la mayor riqueza de las instituciones académicas
diocesanas «sois todos vosotros».
El acto, moderado por el secretario del ISCCR, Antonio Gutiérrez,
había dado comienzo con la intervención de Álvaro Zegarra, quien habló
en nombre de los alumnos del Bienio de Licenciatura en Teología y
resaltó la importancia de la formación recibida.
Le siguió en el uso de la palabra, Carlos Camiño, seminarista, en
representación de los alumnos de Bachillerato en Teología. En sus
palabras aludió al trabajo desarrollado en estos años y agradeció el
esfuerzo de los profesores.
También habló Lorena Vilas, como portavoz de los alumnos de
Bachillerato en Ciencias Religiosas de Santiago, quien comentó anécdotas
de los años vividos en las aulas y aseguró que el «tiempo se había
hecho muy corto».
Por los alumnos del Aula de A Coruña habló Javier Echevarría, el cual
también agradeció la formación recibida en Ciencias Religiosas.
Hablaron a continuación los padrinos de los titulados: Alfonso Novo,
por la promoción de los bachilleres en Teología, y Miguel López Varela,
por la promoción de Ciencias Religiosas.
Antes de la clasura por parte del arzobispo, intervino José Antonio
Castro Lodeiro, director del ITC, quien en sus palabras agradeció a
monseñor Barrio su apuesta por las instituciones académicas y por el
importante esfuerzo económico que realiza en ellas la Archidiócesis.
También tuvo unas palabras de recuerdo para Segundo Pérez López, su
predecesor al frente del ITC por sus años de docencia en las aulas
compostelanas.