
La participación de sacerdotes, religiosos y laicos de nuestra
diócesis fue significativa. Por eso, y por la trascendencia del
congreso, hemos considerado útil recoger las valoraciones personales de
algunos de los asistentes a esas jornadas, con la esperanza de que
sirvan para que todos los miembros de la Iglesia compostelana retomemos
nuestro concreto trabajo misionero con renovadas ilusiones. Viajaron a
Roma, no con una finalidad personal sino como un servicio a la Iglesia
diocesana que ahora ponen a disposición de todos.