
Durante el viaje el Papa, no así el secretario de Estado o el portavoz Greg Burke, no habló sobre este asunto por lo que había un especial interés por la rueda de prensa que habitualmente da en el avión de vuelta de sus viajes internacionales.
Como no podía ser de otro modo, este lunes Francisco habló sobre este acuerdo a pregunta del periodista español Antonio Pelayo.
La negociación con China
El Papa afirmó que cuando se realiza un acuerdo de paz o una negociación, “las dos partes pierden algo. Esta es la ley. Las dos partes, y se sigue adelante.
Y esto ha seguido adelante. Dos pasos adelante, uno atrás, dos
adelante, uno atrás. Luego han pasado los meses sin hablarnos y luego
llegó el tiempo de hablar, que parece el tiempo chino, lentamente. Esta
es sabiduría, la sabiduría de los chinos”.
Ante las críticas que se han podido realizar del acuerdo, el Papa ha
querido insistir en que “el acuerdo lo he firmado yo. Al menos las
cartas plenipotenciarias para firmar ese acuerdo que yo he firmado. Yo soy el responsable.
Los otros que he nombrado en todo han trabajado por más de diez años.
No es una improvisación, sino que es un camino, un verdadero camino”.

"Siempre que hay un acuerdo hay sufrimiento"
Francisco recordó en los cristianos perseguidos en China y aseguró
que “pienso en la resistencia, en los católicos que han sufrido. Es cierto, y ellos sufrirán. Siempre en un acuerdo hay sufrimiento, pero ellos tienen una fe,
y ellos escriben, hacen llegar los mensajes. Lo que dice la Santa Sede,
lo que dice Pedro es para ellos lo que dice Jesús. Si la fe martirial
de esta gente hoy sigue adelante, ¡son grandes!”.
Por otro lado, el Papa explicó la situación de los obispos chinos. “Han sido estudiados caso por caso. Por
cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi
escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso de los
obispos. Luego el caso del recuerdo ha regresado, se ponían los
borradores en mi escritorio, se conservaba, daba mis ideas, los otros
discutían y se iba adelante”.
"Nombra Roma, nombra el Papa"
Quiso aportar además un dato histórico. “No olvidemos que en América
Latina, gracias a Dios que se ha superado esto, no olvidemos que por 350
años fueron los reyes de Portugal y España quienes nombraban los
obispos y el Papa solo les daba la jurisdicción- No olvidemos el caso
del Imperio Austro-húngaro. María Teresa se encargaba de firmar el
nombramiento de los obispos y daba la jurisdicción el Vaticano, eran
otras épocas. ¡Gracias a Dios! Que no se repitan”.
Sin embargo, agregó el Papa el caso actual chino “es un diálogo sobre eventuales candidatos. La cosa se hace en diálogo pero nombra Roma, nombra el Papa.
Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no
entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad”.

El Papa, respondiendo a los periodistas en el avión / Hannah Brockhaus (ACI Prensa)
Sobre el caso chino contó también una anécdota en la que sin
mencionar habló también de la carta de Viganò. “Cuando salió aquel
famoso comunicado de un exnuncio apostólico, los episcopados del mundo
me han escrito, diciendo claramente que se sentían cercanos, que rezaban
por mí… Los fieles chinos han escrito y la firma de este escrito era
del obispo, digamos de la Iglesia tradicional católica y del obispo de
la Iglesia Patriótica, los dos juntos y los fieles juntos con ellos. Para mí ha sido una señal de Dios”.
El escándalo de los abusos sexuales
También habló sobre los escándalos de los abusos sexuales en la Iglesia y el efecto que estas noticias tiene en los jóvenes. “Se escandalizan de la hipocresía de los grandes.
Se escandalizan de las guerras, se escandalizan de la incoherencia, se
escandalizan de la corrupción, y en esto de la corrupción entra lo que
usted decía de los abusos sexuales”, dijo el Papa.
Francisco reconoció que estas acusaciones contra la Iglesia y aunque
“todos sabemos y conocemos las estadísticas, yo no las diré, pero si
fuera solo un sacerdote el que abusa de un niño o una niña, esto es monstruoso porque ese hombre ha sido elegido por Dios para llevar al niño al cielo".
Sobre la respuesta de la Iglesia ante los casos de abusos, el Papa
puso el ejemplo del informe de Pensilvania:“Vemos que en los primeros 70
años hubo muchos sacerdotes que cayeron en esta corrupción. Luego en un tiempo más reciente ha disminuido, porque la Iglesia se dio cuenta que debía luchar de otro modo”.
Un cambio del pasado al presente
Admitió que “en tiempos antiguos estas cosas se cubrían, también se
cubrían en casa, cuando el tío violentaba a la sobrina, cuando el papá
violentaba a los hijos, se cubrían porque era una vergüenza muy grande. Era el modo de pensar de los siglos pasados o del siglo pasado”.
Por otro lado, explicó que hay un principio que me ayuda mucho a interpretar la historia: un hecho histórico es interpretado con la hermenéutica de la época en el que ocurrió, no con una hermenéutica dictada por el hoy.
Por ejemplo, el indigenismo. Hubo tantas injusticias y brutalidades,
pero no puede ser interpretado con la hermenéutica de hoy cuando tenemos
otra conciencia. Un último ejemplo: la pena de muerte. El Vaticano,
cuando era estado, tenía la pena de muerte. El último fue decapitado en
1870, más o menos, era un muchacho. Pero luego la conciencia moral
crece.
“En los últimos tiempos he recibido muchas pero muchas condenas de la
Congregación para la Doctrina de la Fe y he dicho ‘adelante, adelante’.
Nunca he firmado, después de una condena, un pedido de gracia. Sobre esto no se negocia, no hay negociado”, sentenció.
Puede leer AQUÍ la rueda de prensa íntegra del Papa Francisco en el avión
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