- El arzobispo preside en el monasterio de la Encarnación la solemne ceremonia litúrgica de apertura del Año Jubilar en el VIII Centenario de la Orden de la Merced
“Esta tarde nos hemos reunido para celebrar con alegría el comienzo
del Año Jubilar concedido por el papa Francisco a la Orden de la Merced
con motivo del VIII centenario de su Fundación por San Pedro Nolasco.
Traemos nuestra ofrenda de gratitud por los beneficios recibidos y de
súplica por la Orden, la Iglesia y nuestra sociedad”. Así comenzaba su
homilía el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, en la
Eucaristía inicial del Año Jubilar de la Orden de la Merced. El
arzobispo presidió esta tarde la solemne ceremonia litúrgica en la que
se abrió la puerta jubilar en el Monasterio de las Mercedarias de
Santiago, un acto al que se unieron numerosos fieles, que quisieron
compartir la apertura de este año de gracia. Monseñor Barrio dijo,
además, que “siempre hay que buscar la liberación de tantas esclavitudes
materiales y espirituales que pueden oprimir a las personas de nuestros
días”, en expresa referencia al carisma de la Orden de la Merced.
Una sencilla y solemne ceremonia en el atrio de la Iglesia del
compostelano Monasterio de la Encarnación, bajo la presidencia del
arzobispo de Santiago y la presencia de responsables de la Orden de la
Merced, sirvió para iniciar en nuestra ciudad el Año Jubilar concedido
por el papa Francisco con ocasión del VIII Centenario de la Orden de la
Merced. Ante el numeroso público asistente, se dio lectura al mensaje
del papa al Capítulo General de la Orden y monseñor Barrio procedió a la
apertura de la puerta jubilar, símbolo del año de gracia de este
aniversario mercedario.
En su homilía, monseñor Barrio, aludió a la historia de la Orden de
la Merced, a su histórica labor de liberación de cautivos y dijo que
“basta con mirar a nuestro alrededor para ver quién necesita ser
liberado. Nos damos cuenta de que vosotros, mercedarios y mercedarias
por carisma y todos por compromiso cristiano y humano hemos de ser
liberadores según el proyecto de Cristo. Cuando nos encontramos con las
personas descartadas por nuestra sociedad, nos estamos encontrando con
nuestro propio juez”.
Según el arzobispo, “esta tarde la Palabra de Dios que hemos
escuchado, nos llama a quitarnos tantas sandalias y caparazones que nos
dificultan la sensibilidad para darnos cuenta que estamos pisando tierra
sagrada en la que siempre hay que buscar la liberación de tantas
esclavitudes materiales y espirituales que pueden oprimir a las personas
de nuestros días”.
En lo que se refiere a la concesión de la indulgencia por parte de la
Penitenciaría Apostólica, el Maestro General de la Orden Mercedaria,
Fr. Juan Carlos Saavedra Lucho señala las condiciones para su obtención.
En la Carta enviada a todos los religiosos y religiosas de la Orden
Mercedaria Calzada y Descalza, se indica la conveniencia de realizar una
breve peregrinación, en la medida de las posibilidades de cada persona,
a los Templos Jubilares Mercedarios, así como recibir los sacramentos
de la Reconciliación y la Eucaristía, a la vez que se ore por las
intenciones del Pontífice.
El Año Jubilar Mercedario finalizará el 17 de enero de 2019 cuando se cierre la Puerta del Jubileo.