
"Muchos novios llegan a los cursillos prematrimoniales después de muchos años alejados; por eso hay que recordarles la felicidad que da el Evangelio, el seguir a Jesús, como un camino hacia su propia felicidad", indicó por su parte el Dr. Jesús Rojano, profesor del Instituto Superior de Pastoral de Madrid.
"El matrimonio es un sacramento porque es un amor entre el hombre y la mujer que se parece al que tiene Dios por la humanidad", agregó. "La invitación que se ha de hacer en los cursos prematrimoniales es que el amor entre un hombre y una mujer se puede parecer al amor de Dios. Hay que hacerles ver la parte atractiva del amor, que lo esencial del matrimonio no es solo un papel, sino una relación que te puede hacer amar como ama Dios, porque Dios te da su fuerza para amar así".
"El matrimonio es un sacramento porque es un amor entre el hombre y la mujer que se parece al que tiene Dios por la humanidad", agregó. "La invitación que se ha de hacer en los cursos prematrimoniales es que el amor entre un hombre y una mujer se puede parecer al amor de Dios. Hay que hacerles ver la parte atractiva del amor, que lo esencial del matrimonio no es solo un papel, sino una relación que te puede hacer amar como ama Dios, porque Dios te da su fuerza para amar así".
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