“La fidelidad al Señor no decepciona”, tampoco en el momento de la muerte y del juicio de Dios; si hemos sido fieles no tendremos miedo. Lo afirmó el papa Francisco en la misa matutina celebrada en la Casa Santa Marta del Vaticano este martes 22 de noviembre.

El Pontífice advirtió contra el engaño de la “alienación” del vivir, es decir, “como si no fuese a morir nunca”, invitándonos a pensar qué estela deja nuestra vida.

Para Francisco, la reflexión de la Iglesia en la última semana del año litúrgico es “una llamada del Señor a pensar seriamente en el final, el final de cada uno de nosotros, porque todos tendremos un final”.
Pensemos en la estela que deja nuestra vida. “No nos gusta pensar en estas cosas”, observa, “pero es la verdad”. “Y cuando cada uno de nosotros nos hayamos ido, pasarán los años y nadie se acordará de nosotros”.

“Yo tengo una agenda”, revela Francisco “donde escribo cuando muere una persona” y cada día veo esto y me doy cuenta del tiempo que ha pasado. Esto nos obliga, indica, a pensar en qué dejamos, cuál es la estela que dejamos.

Después del final, como se cuenta en la página de hoy del Apocalipsis de Juan, habrá un juicio para cada uno de nosotros: “Nos hará bien pensar: ¿cómo será ese día ante Jesús?”.

“Cuando Él me pregunte por los talentos que me ha dado, a ver qué he hecho yo. Cuando Él me pregunte sobre cómo estaba mi corazón cuando se sembró, como un camino o como las espinas: esas parábolas del Reino de Dios. ¿Cómo recibí la Palabra? ¿Con corazón abierto? ¿La hice germinar para el bien de todos o la escondí?”.

Todos seremos juzgados

Cada uno de nosotros, por tanto, estará ante Jesús en el día del juicio, advirtió el Papa, retomando las palabras del Evangelio de Lucas “no os dejéis engañar”. El engaño del que habla “es la alienación”, el engaño de las cosas que son superficiales, “que no tienen trascendencia”, el “engaño de vivir como si no fuéramos a morirnos nunca”.

“Cuando venga el Señor -preguntó- ¿cómo me encontrará? ¿esperando o alienado con otras cosas?”.

“Recuerdo que cuando era niño, cuando iba a catecismo, nos enseñaban cuatro cosas: muerte, juicio, infierno o gloria. Después del juicio hay esta posibilidad. ‘Pero Padre, esto era para asustarnos…’. No ¡Es la verdad! Porque si tú no atiendes a tu corazón, para que el Señor esté contigo y vives alejado del Señor siempre, aparece el peligro de estar lejos del Señor pero para toda la eternidad. ¡Esto es horrible!”.

No tendremos miedo si somos fieles al Señor

El Papa invitó a pensar en cuál será nuestro final y qué sucederá ante el Señor y para evitar el miedo citó la Biblia: “sé fiel hasta la muerte, dice el Señor, y te daré la corona de la vida”. La fidelidad al Señor no decepciona, aseguró.

“Si cada uno de nosotros es fiel al Señor, cuando venga la muerte diremos como Francisco: ‘hermana muerte, ven’… No da miedo. Y cuando sea el día del Juicio miraremos al Señor: “Señor, tengo muchos pecados, pero he tratado de ser fiel”. Y el Señor es bueno”.

“Este consejo os doy: ‘Sed fieles hasta la muerte, dice el Señor, y te daré la corona de la vida’ -reiteró-. Con esta fidelidad no tendremos miedo al final, al final no tendremos miedo el día del juicio”.
Aleteia
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