
Los asistentes a este encuentro realizaron aportaciones y sugerencias a los dos cuadernos, resaltando en el diálogo los aspectos positivos presentes en la sociedad. Una de las cuestiones que centraron la atención de los miembros de la Comisión General del Sínodo fue la relativa a las Unidades Pastorales. Los asistentes se mostraron de acuerdo en que no se trata únicamente de una reestructuración de estructuras, sino de poner en práctica un renovado estilo pastoral que haga atractiva a la Iglesia.
Los trabajos del Sínodo de este curso estarán animados, como recordó hoy el obispo auxiliar, por el Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia, acontecimiento que para monseñor Fernández González ha de servir para “nuestra renovación personal” y para “potenciar la presencia pública” de los cristianos en los ámbitos familiar, cultural y bioético.
Los cuadernos IV y V son los últimos que se someterán a la reflexión y análisis de los grupos sinodales. Estarán a su disposición en unos quince días, una vez que se hayan incorporado las aportaciones del día de hoy.
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