Carta del Vicario de Pontevedra

ACLARACIONES A LA EMPRESA DE SEGUROS  “ALIANZA Y BARROS”: ¿POR QUÉ DESESTABILIZA LO QUE ES ESTABLE, POR QUÉ CREA PROBLEMAS DONDE NUNCA LOS HUBO?

     Alianza y Barros debe saber que un funeral y entierro es un acto litúrgico, un acto religioso para los católicos. No es un acto empresarial. Por lo tanto es a los párrocos a quienes compete dirigir el rito de exequias y recibir el estipendio correspondiente.  Los párrocos no son empleados de dicha funeraria. El sacerdote sirve y celebra la Eucaristía para el difunto y su familia, no para la funeraria. Es la familia la que debe dirigirse al párroco para acordar día, hora y demás. No se puede delegar en una empresa comercial lo que pertenece al ámbito espiritual, religioso, litúrgico.

      Si los párrocos prescindimos de la actuación de esta funeraria, como mediadora entre la familia y la parroquia, no habría problema alguno. Por qué, desde el jueves 26 de febrero último al sábado 28 no acudió la familia a D. Crisanto, habiendo éste dicho a esta funeraria que se lo advirtiese a la familia? En estos momentos tan delicados alguien fue desleal con D. Crisanto.

     Cuando se pide un servicio religioso, se deben aceptar las condiciones por las que se rigen los párrocos. Y no al revés, imponiéndose la funeraria, alardeando de transparencia. ¿O es que la funeraria no indica a los asegurados el medio de pago de sus cuotas? Y no al revés, imponiéndose los asegurados. Es legal pagar en efectivo, por cheque, por transferencia, por tarjeta. ¿Qué problema tiene esta funeraria al no pagar en efectivo? ¿No tiene liquidez? Quiere que un cura haga de “banquero” suyo en acto, adelantando lo que no tiene, al campanero, organista, etc? ¿Es ilegal pagar en efectivo? Pero, a quién se le ocurre juzgar como opaco fiscalmente el pago en metálico, si se firma un recibo o un justificante?

     Los sacerdotes, como ciudadanos, cumplimos nuestros deberes fiscales. Bastantes compañeros míos, sacerdotes, están exentos de la declaración a Hacienda por no superar el mínimo establecido. Y no andamos ocultando ningún rastro: eso que tanto repite esta funeraria.

Pontevedra, 4  de marzo de 2015
Fdo. Calixto Cobo Franco
Vicario Espiscopal de Ponvedra