Antonio Spadaro S.J., el director  de la Civiltà Cattolica,  donde publicó una de las más famosas entrevistas al Papa, es uno de los mayores expertos mundiales sobre Iglesia e internet.
-¿Cómo se define el término ciberteología?

-Es muy simple. Basta ver cómo la red está provocando un impacto sobre nuestro modo de pensar. La red cambia nuestro modo de pensar. La teología es “pensar la fe”. Entonces, si la teología es pensar en la fe y la red cambia mi modo de pensar, la pregunta es simple: ¿Cómo la red cambiará mi modo de pensar justamente la fe?

-¿Y qué aplicación tiene en la pastoral parroquial?

-La Iglesia vive donde están los hombres. Está llamada por vocación a estar allí donde estén los hombres. Y hoy los hombres están en la red. No sólo los jóvenes de la parroquia, sino que también hay personas más adultas que están en la red. Muchos tienen simplemente email o un perfil en facebook en la redes sociales. Entonces, la implicación es directa. La Iglesia es llamada, también las parroquias están llamadas a estar en la red, porque los fieles están allí.

-Pero hay quien se sigue quedando sólo con lo negativo que tienen internet y las redes sociales.

-El problema es que la red  está hecha de hombres y, por consiguiente, hay que mirar, no a la tecnología, sino al corazón. Un corazón malo producirá frutos malos, sea en la vida física, sea en el ambiente digital. Por lo tanto no podemos echarle la culpa a la tecnología, esto sería quitarnos la responsabilidad. Es necesario, en cambio, ayudar a la gente a formarse, a relacionarse bien con las personas, porque existe el mal y el bien, como en la vida.

-El propio Papa recoge las ideas que usted expone y dice que internet no es la tecnología, sino ese lugar donde la gente habita. Usted lo compara con la diferencia entre casa y hogar…

La diferencia es ésta: la red no es un conjunto de cables, de módems, de ordenadores. Esta es la tecnología que hace posible la red, como los muros de una casa hacen posible a los miembros de la familia vivir juntos. Pero la familia es otra cosa. Así, la red es una experiencia, no es una tecnología.

-El papa Francisco está tomando muy en serio el uso de internet para hacer llegar su mensaje. ¿Qué podemos aprender de él?

-El Papa Francisco no tiene una presencia tecnológica personalmente, no hace un uso de las tecnologías más recientes. Es una persona que vive con naturalidad su comunicación. Y eso es lo que nos enseña. Nos enseña a ser naturales, espontáneos. Y después, un hombre tan poco digamoslo asi tecnológico como él, en realidad está muy presente en twitter, en facebook, en las redes sociales, en las búsquedas de Google… Pero ¿Por qué es esto? Porque es auténtico, porque es él mismo. Este es el gran mensaje que nos da.

-¿Y los cristianos de a pie? ¿En qué medida es necesaria nuestra presencia?

-Absolutamente necesaria, pero en el fondo, así como el ambiente digital expresa la vida de la persona, y cada uno de nosotros, cada creyente, tiene una vida de fe, entonces, si la vida se expresa en la red, también la vida de fe se debe expresar en la red. Lo importante es no hacer un intento colonizador o propagandista. La fe no se comunica por propaganda sino por el testimonio. Entonces lo importante es ser testimonio del Señor en la red con la propia vida ordinaria, normal.

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