Ayer viernes se presentó en Santiago –también en Pontevedra- el Plan Pastoral para el curso que acaba de comenzar. En la Casa Diocesana de Ejercicios, el arzobispo, monseñor Barrio, animó a todos los asistentes a esta presentación a “ser constantes en la oración”. Para el arzobispo compostelano, “la realización del Plan Pastoral la llevaremos adelante siendo constantes en la oración”, porque ésta “será la fuerza que necesitamos para llevar adelante el plan programado para este año”. Monseñor Barrio aludió además a realizar todas las actuaciones pastorales bajo el impulso del Año Jubilar de la Misericordia. “No nos faltan motivos”, apuntó, “para animar la vida pastoral de la diócesis”, asegurando que el Jubileo de la Misericordia tiene que vivificar, también, los trabajos del Sínodo Diocesano.Allí donde está la Iglesia, indicó monseñor Barrio, “allí ha de estar patente la misericordia”. El arzobispo de Santiago invitó a todos a practicar la misericordia desde el interior del corazón y dijo que “se tiene misericordia cuando se considera como propia la miseria ajena”. Hay que tener, añadió, “un corazón mísero, cargado de la miseria ajena”, para manifestar el rostro de la Misericordia de Dios. Monseñor Barrio comentó, igualmente, que este año jubilar es una buena ocasión para recordar y poner en práctica las Obras de Misericordia, “tanto las espirituales como las corporales”. “Las cárceles”, manifestó, “deberían ser una referencia para nosotros” en este año.
El arzobispo de Santiago afirmó que todos los cristianos tenemos que tener clara cuál es la esencia de “lo que somos, nuestra identidad” y pidió “no dar rodeos para entrar en el misterio”.
Como se sabe, el Plan Pastoral diocesano se llevará a cabo bajo el lema “Una diócesis al servicio de la Misericordia”. En la presentación realizada en la Casa Diocesana de Ejercicios intervino también el vicario de Santiago, José Antonio Seoane, quien demandó que todas las tareas pastorales de este curso “se centren en la misericordia y se hagan con gestos visibles y tangibles”. Seoane recordó que la misericordia está ligada a la alegría y desgranó los objetivos básicos del Plan Pastoral: contemplar la misericordia; anunciar la Misericordia; celebrar la Misericordia; vivir la Misericordia; y renovarnos en la Misericordia.
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