Profundizando en el lema “Parroquia: Lugar de Integración”, se desarrollaron en Santiago las III Jornadas de Pastoral Penitenciaria de Galicia con la finalidad de alertar sobre el trabajo que se puede hacer desde las parroquias para “prevenir”, como dijo el ponente, “que nuestros fieles caigan en prisión, y si son penados, al final de las condenas, ayudarles a reintegrarse como personas a nuestra sociedad”. El encuentro que tuvo como marco la casa de ejercicios, contó con la presencia de religiosos, técnicos, responsables y voluntarios, que trabajan en este campo en la comunidad autónoma. Presidió la jornada monseñor Leonardo Lemos Montanet, obispo de Ourense, que se encargó de la oración inicial.El padre José María Carod, director de Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Barcelona y capellán de la cárcel de jóvenes, dirigió el doble encuentro expositivo en el que se refirió a la atención en la prisión, la reinserción, y la prevención.
Durante la reunión se habló del programa “Libertad a los cautivos”, que dirige en Radio María el padre Carod. Se trata de un espacio radiofónico que se emite desde Barcelona, en el que se presenta la realidad de las prisiones, la vida de los presos y sus familias, así como las víctimas de los delitos, los voluntarios y todo lo relacionado con la pastoral penitenciaria calificada como la de la justicia y la libertad.
Mesa redonda
Se insistió por parte de los ponentes (colectivo de apoyo a los presos, COF, alcohólicos anónimos y funcionario de prisiones), que la gran mayoría de los presos en las cárceles gallegas “han estado primero en nuestras parroquias”. ¿Qué podemos hacer desde ellas para prevenir que terminen como internos en las prisiones? Fue la pregunta formulada durante el debate. Al mismo tiempo se constató que la gran mayoría de estos reclusos proceden del mundo de la droga y del alcohol. Insistiendo los participantes sobre el trabajo que se puede desarrollar desde las parroquias para luchar contra estas adicciones, y también el trabajo con las familias que sufren estas lacras sociales.
“Somos conscientes de que muchos de los privados de libertad de nuestras cárceles, fueron, durante algún momento, feligreses de nuestras parroquias, y en muchos casos sus familias siguen acudiendo a misa, conocen a nuestros párrocos, en otros casos, pueden ser que sean usuarios de nuestras Cáritas parroquiales”, se señaló durante la mesa redonda.
En la jornada quedó claro que una vez penados, la prevención ya no es posible, y que el trabajo que queda es distinto: “reconstruir a la persona privada de libertad”. De ahí que sea fundamental que desde las parroquias se salga a su encuentro, desempeñando un papel importante la labor que se les puede prestar desde las Cáritas parroquiales para la acogida y reintegración social.
Acción pastoral de la Iglesia
Se insistió en que la Pastoral Penitenciaria es la acción pastoral de la Iglesia en el mundo penitenciario, que actúa con hombres y mujeres vinculados al mundo penitenciario, a través de programas de atención integral que incentiven su crecimiento en la fe y provoquen cambios de actitud. La iniciativa persigue asumir el compromiso de promover procesos de sensibilización frente a la realidad penitenciaria. Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, integrada en la Pastoral Penitenciaria, dispone de un programa de actuación dirigido a los internos de la cárcel de Teixeiro, donde semanalmente se desarrollan actividades en los distintos talleres de trabajo.
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